Perseguidos. Ambos periodistas recogieron valiosos testimonios de ex sodálites v´ctimas de abusos.
Perseguidos. Ambos periodistas recogieron valiosos testimonios de ex sodálites v´ctimas de abusos.

Se sienten perseguidos. Los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz –autores del libro Mitad monjes, mitad soldados, que en 2015 publicaron los abusos físicos, psicológicos y sexuales que presuntamente se cometían al interior del – denunciaron ayer que el arzobispo de Piura y Tumbes, José Antonio Eguren, los quiere “silenciar” con demandas penales por difamación agravada.

Los comunicadores, junto con sus abogados, realizaron ayer una conferencia de prensa para dar detalles sobre las denuncias interpuestas –en dos fiscalías de Piura– contra cada uno de ellos por el citado delito. “Buscan amedrentarnos y hostigarnos”, señalaron.

Paola Ugaz indicó que Eguren la denunció por haber producido un documental de la cadena Al Jazeera y por unas publicaciones que hizo en su Twitter durante la reciente visita del papa Francisco a Lima.

“En el reportaje denunciamos que una empresa vinculada al Sodalicio habría pagado a la banda La Gran Cruz del Norte para apropiarse de terrenos en Piura, y en los tuits informé que Eguren era parte de la cúpula del Sodalicio. Todo ello enfadó al obispo y me denunció en Piura, cuando mis publicaciones fueron hechas en Lima”, indicó.

Poder económico
Sostuvo que con esta querella los “quieren silenciar, pero no lo lograrán”. Todo esto es por haber denunciado –hace tres años– los casos de abuso sexual dentro del Sodalicio. “El Sodalicio es una organización que tiene propiedades en Perú y en el extranjero. Tiene mucho poder económico que usan para conseguir juicios favorables”, manifestó.

Refirió que esta organización religiosa cuenta con diversas empresas, entre ellas centros de estudios, cementerios y otros.

Por su parte, Pedro Salinas, dijo que el arzobispo lo denunció por publicar en enero pasado un artículo en el que lo comparaba con el obispo chileno Juan Barros, quien habría encubierto abusos sexuales contra menores en Chile.

“Eguren niega haber encubierto los abusos cometidos en el Sodalicio. Rechaza haber participado en maltratos a sus subalternos. Dice que no maltrató a José Enrique Escardó, quien valientemente lo denunció públicamente hace 18 años”, aclaró Salinas.

En efecto, en octubre de 2000, el ex sodálite José Enrique Escardó hizo la primera denuncia pública contra el Sodalicio de Vida Cristiana en la extinta revista Gente. Detalló los maltratos físicos y psicológicos que sufrió.

Tras haber mantenido varios años de silencio, en 2017, Escardó reclamó que viviera “a sus anchas” en Roma gracias a los negocios del Sodalicio. Dijo que existía “un encubrimiento asqueroso, repugnante”.

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