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Procedimiento innovador del INCOR permite curar sin cirugía a niño con enfermedades cardiacas
Jorge Gael es un pequeñito de ocho años con mucho amor y un gran corazón que siempre amenazó con fallarle. Vivía en Puno cuando, a los tres meses, le diagnosticaron una comunicación interventricular, es decir una cardiopatía congénita que genera un orificio en la pared que une las cámaras inferiores del corazón, conocidas como ventrículos. Esto genera que la sangre que debería ir al resto del cuerpo se mezcle con la que va hacia los pulmones.
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Jorge Gael es un pequeñito de ocho años con mucho amor y un gran corazón que siempre amenazó con fallarle. Vivía en Puno cuando, a los tres meses, le diagnosticaron una comunicación interventricular, es decir una cardiopatía congénita que genera un orificio en la pared que une las cámaras inferiores del corazón, conocidas como ventrículos. Esto genera que la sangre que debería ir al resto del cuerpo se mezcle con la que va hacia los pulmones.
Fue derivado a Lima y llegó al Instituto Nacional Cardiovascular (INCOR) para un tratamiento especializado. En el 2023, los médicos descubrieron que tenía otra cardiopatía congénita denominada coartación aórtica, una condición en la que la principal arteria del corazón, la aorta, se estrecha de tal forma que la sangre no puede circular correctamente.
El tratamiento que requería Jorge implicaba una compleja y riesgosa cirugía a pecho abierto para poder cerrar la comunicación interventricular y otra intervención quirúrgica para la colocación de un dispositivo llamado stent en la aorta. Sin embargo, gracias al avance de la medicina y a la innovación en el INCOR, estas cardiopatías ahora pueden ser corregidas con procedimientos mínimamente invasivos.
“En esta ocasión, pudimos, a través de un cateterismo cardíaco, tratar ambos defectos en un solo procedimiento. Ingresamos por una pequeña incisión hecha a través de la arteria llamada carótida, y mediante esta incisión logramos curar las cardiopatías”, explica el Dr. Antonio Skrabonja, cardiólogo pediatra y hemodinamista del INCOR.
Las principales ventajas que ofrece este procedimiento son: el corto tiempo de sedación que recibe el niño, la rápida recuperación y evitar el riesgo de cualquier secuela. “Aquí no se necesita terapia intensiva, el niño sale extubado de sala, a las cuatro horas de la intervención ya se está alimentando y sale de alta al día siguiente o a los dos días”, señala el Dr. Skrabonja.
Actualmente, el INCOR es el único centro especializado en el Perú que realiza el cierre de la comunicación interventricular a través de un cateterismo, y en lo que va del 2024, se ha realizado 10 veces este procedimiento con una tasa de éxito del 90%.
El equipo de hemodinámica cardiopediátrica del INCOR está compuesto por cuatro cardiólogos pediatras especializados en procedimientos intervencionistas y un grupo multidisciplinario de enfermeras, técnicos, tecnólogos, entre otros profesionales que cumplen a cabalidad los objetivos y la estrategia de esta gestión “Cuidando con el Corazón”.
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