El Noveno Juzgado Constitucional de Lima, a cargo del magistrado Juan Torres Tasso, permitió que Julie Alegría, presunta integrante de la organización criminal Los Nuevos Dueños del Sur, se cobije bajo una cuestionable medida de amparo para evitar que la desalojen del terreno que ocupa en Lurín, dentro de la comunidad Súmac Pacha, a pesar de que el Poder Judicial emitió en 1998 una sentencia firme que confirma que el lote le pertenece a la empresa Tierras del Sur (Tisur).
Torres demoró 15 meses para resolver el pedido que Tisur interpuso contra la disposición que favoreció a Alegría. El juez negó la solicitud de oposición, con lo cual, existe el riesgo de que otros investigados del caso consigan medidas similares y bloqueen el desalojo.
MODUS OPERANDI
¿Cómo logró Alegría obtener un fallo para su beneficio? Desde agosto de 2017 empezó a ingresar a Mesa de Partes de la Corte Superior de Justicia seis solicitudes consecutivas para que le den una medida cautelar favorable. En todas, los jueces le negaron el pedido. A ese método, en el ámbito judicial, le llaman ruleteo, pues Mesa de Partes sortea de manera aleatoria a qué sala ingresa cada caso. Quienes ruletean envían varias solicitudes hasta lograr que alguna de ellas caiga en una sala determinada que le otorgue lo que solicita.
El 11 de setiembre de 2017, por ejemplo, el Cuarto Juzgado Constitucional de Lima consideró que en el pedido de Alegría “no existen indicios de agravio manifiesto al derecho alegado”. De igual manera, el 24 de octubre de 2017, el Quinto Juzgado Constitucional rechazó que la sentencia de desalojo vulnere los derechos alegados por Alegría. También, el Sexto Juzgado Constitucional de Lima decidió archivar definitivamente el requerimiento de la presunta integrante de la banda criminal el 21 de agosto de 2017; lo mismo hicieron el Décimo Juzgado Constitucional y el Quinto Juzgado Constitucional otras dos veces más.
Julie Alegría fue detenida de manera preliminar el 11 de diciembre del año pasado, pero luego fue liberada. La Fiscalía sostiene que ella es la lugarteniente del presunto cabecilla de la organización criminal, Diosdado Navarro Oré. Tuvieron el esquema perfecto para tranzar sospechosos negocios hasta con la familia de la ex primera dama Nadine Heredia.