PPK, la corbata naranja de Galarreta y el Mensaje a la Nación [CRÓNICA]

Bajo el Himno de la Bandera, Pedro Pablo Kuczynski ingreso al Hemiciclo del Congreso por primera vez como presidente. El año pasado, cuando brindó su primer discurso, ingresó como un civil pero salió como un mandatario cuando la entonces presidente del Legislativo, Luz Salgado, le realizó la investidura presidencial. Siete congresistas de su bancada lo flanqueaban. Apenas pisó la alfombra roja los demás legisladores bajaron a saludarlo, otros prefirieron solo voltear a verlo.

Sus 18 ministros habían ingresado minutos antes para buscarse un lugar en el mismo escenario donde otros de sus ex colegas perdieron el puesto con las censuras. Parado y deslumbrado por el Hemiciclo, el ministro Salvador del Solar parece pedir en silencio no volver a este lugar a menos que sea 28 de julio.

Con un terno negro a rayas, al mismo estilo que el año pasado, el presidente de 78 años llegó y los aplausos estallaron. La euforia no llegó a ser la misma del 2016. Su bancada pasó de 18 a 17 miembros. Sin embargo, desde uno de los balcones, la primera dama, Nancy Lange, y las dos hijas menores del mandatario no dejaban de saludar y vitorear a su papá, quien rápidamente cruzó el Hemiciclo. Ahí lo esperaba el presidente del Congreso, Luis Galarreta.

La crispación política de este año que ha pasado tiene nombre: Fuerza Popular. El flamante presidente del Congreso y ex vocero de esta bancada, Luis Galarreta, saludó al presidente. A pesar de que se conocían, ambos se dieron un saludo frío, acaso una ilustración de las relaciones entre el oficialismo y la principal bancada de oposición. El abrazo ni se llegó a concretar. Un segundo antes, PPK había amagado con iniciar su discurso sin antes detenerse a saludar a una de las figuras más importantes del fujimorismo.

El discurso inició a las 11 de la mañana, media hora después de lo programado y tras la entonación del Himno Nacional. Cumpliendo un acto de justicia, el mandatario comenzó agradeciendo a militares, policías, bomberos, voluntarios y funcionarios públicos y privados que participaron en las acciones de emergencia por el Fenómeno del Niño. Era inevitable que los aplausos llegaran. Apenas terminó, pidió un minuto de silencio en homenaje a los más de cien fallecidos por el desastre en todo el país.

PPK no pidió perdón por las víctimas del Fenómeno del Niño, pero sí lo hizo por el estancamiento en el crecimiento económico. El mandatario se sinceró al decir que no hemos alcanzado la meta esperada. Quizás por eso la palabra millones fue apenas repetida 14 veces durante todo el mensaje. Su discurso pasó por narrar las acciones realizadas y dar propuestas en sectores específicos. Para ello precisó que trajo consigo 5 proyectos de Ley. La creación de la autoridad de Transporte Urbano para Lima, fue la más aplaudida de la mañana.

La reconstrucción del Norte, la reactivación de la economía, la salud pública, la Contraloría, el feminicidio, el caso Lava Jato, el Bicentenario de la República, los Juegos Panamericanos y hasta la visita del papa Francisco fueron algunos de los otros temas tratados brevemente en el mensaje.

Pero más allá de las promesas, sus palabras fueron una invitación al diálogo. Mirando a los 72 congresistas fujimoristas que se encontraba a su derecha, el presidente habló sobre sus intentos de acercamiento entre las fuerzas políticas. Lo hizo al final, como dejando el compromiso en el lado naranja.

"Una democracia requiere de diálogo entre sus fuerza políticas. Por ello, en las últimas semanas, hemos reiniciado el diálogo con las que se hallan representadas en el Congreso", manifestó.

Una hora y catorce minutos después, el presidente terminó. Lo hizo evocando la frase que ha acompañado su primer mandato: "Una sola fuerza". Tras despedirse de Galarreta (y su corbata naranja) recorrió todo el Hemiciclo. Afuera, sus ministros y esposa ya lo esperaban para iniciar la caminata a pie rumbo a Palacio de Gobierno. Salió entre aplausos, agradeciendo haber sobrevivido un primer año como presidente.