Surco: Usan Audi en 5 asaltos y luego matan a mujer

Ya habían cometido hasta cinco asaltos a mano armada a la misma hora y usando el mismo auto, un moderno Audi, en Surco. La noche del lunes salieron tras una nueva víctima y, al ser descubiertos por la Policía, en su huida asesinaron de un tiro a una mujer e hirieron a su esposo para robarles su vehículo. Usando este lograron fugar.

La víctima mortal de esta organización criminal fue Yolanda Rodríguez Ribeyro (52), una madre de familia que junto con su esposo, Víctor Rivera Molina (58), como todos los días, llegaban a guardar su camioneta Mitsubishi en una cochera en el jirón Astorga.

A solo unos metros, por la avenida Intihuatana, unos hampones venían huyendo de la Policía en un auto Audi. Los delincuentes perdieron el control del vehículo y se estrellaron contra otro carro.

Bajaron raudamente, mientras disparaban a diestra y siniestra, desatando el terror entre los vecinos. Se dirigieron hasta donde estaba la pareja de esposos, les dispararon, los arrojaron de la camioneta y huyeron. Los delincuentes abandonaron este vehículo a diez cuadras y no se supo más de ellos.

La mujer murió en el lugar al haber sido baleada en el estómago, mientras su esposo quedó herido al haber recibido un tiro en el brazo izquierdo.

En el lugar quedó el auto Audi, de placa BJH-344, modelo hatchback, color gris, el mismo que –de acuerdo a lo denunciado por los vecinos– había sido utilizado en al menos cinco atracos seguidos.

“No es posible. Se dio la placa y características del Audi. Se advirtió de los asaltos con ese vehículo, pero las autoridades no hicieron nada. Pudieron haberlos capturado días atrás y no estaríamos lamentando esta tragedia: la muerte de una vecina”, dijo Gonzalo Serpa, uno de los administradores de la página de Facebook Alerta Surco que es integrada por más de 30 mil vecinos de ese distrito.

A través de esta red social se habían reportado los anteriores atracos ocurridos entre el 15 y 21 de setiembre en las urbanizaciones Chacarilla y Monterrico. Incluso, ya se contaba con el número de matrícula, pero los maleantes seguían actuando impunemente. Lo que es peor, siguen en las calles.