Confundido, desorientado e indefenso. Así se mostró en un principio ante los policías Álvaro del Río Correa, un emprendedor de productos naturales y practicante de artes marciales mixtas (MMA), al que detuvieron por irrumpir en una vivienda y que horas después le arrebató el arma de fuego a un uniformado para luego asesinarlo de dos balazos en la comisaría de Orrantia del Mar, en San Isidro.
El homicida sufriría al parecer de alteraciones mentales de acuerdo con la versión de sus amistades y sus familiares, según informó ayer el general Jorge Cayas, jefe de la Región Policial Lima.
Todo se inició a las 11:45 p.m. del jueves, cuando los vecinos de la calle Baltazar La Torre pidieron auxilio al serenazgo y a la referida comisaría porque un sujeto realizaba disturbios en la zona y había golpeado a un transeúnte.
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Ante la presencia de los serenos, el sujeto violentó la puerta de una casa de la cuadra 6 de la referida calle, de propiedad de Carlos Amat, y se ocultó en uno de los ambientes.
Hasta el lugar llegaron los efectivos de la comisaría de Orrantia del Mar, entre ellos el suboficial de tercera PNP Pedro Anchante Zevallos (37).
Los custodios le solicitaron al invasor su DNI. “Pero, ¿qué es esto? Estoy en mi casa”, les respondió, pero, tras identificarlo, le colocaron los grilletes, lo subieron al patrullero y lo condujeron a la dependencia policial. Después de todas las diligencias, que concluyeron a las 4:00 a.m., el detenido fue llevado al calabozo. Ahí el suboficial le retiró las marrocas y Del Río forcejeó con el agente, le quitó su revólver y le descargó dos disparos, uno en el tórax y otro en el cuello. El agente murió en el trayecto a la clínica El Golf.
El presunto asesino, Álvaro del Río Correa, tiene tres denuncias por agresión y violencia familiar en la comisaría de Monterrico en agravio de sus padres, informó el general Cayas.
La última de ellas, a la que tuvo acceso este diario, fue el pasado 5 de junio. María Correa (74) y César del Río (84) denunciaron a su hijo por violencia psicológica y destrozos en su departamento en Surco. Ellos indicaron que ingresó sin autorización y permaneció ahí por espacio de tres horas.
Además, cuando se retiró, golpeó las puertas de varios departamentos y causó roturas en varias de ellas. Pese a esa denuncia, el sujeto siguió libre, nunca lo detuvieron.
El general Cayas señaló que el detenido, al parecer, tiene problemas psicológicos y que inclusive, la madre, en una de las denuncias, informó que recibe tratamiento y que su reacción violenta fue por no tomar sus medicinas.
Algunos de sus amigos, que residen en la cuadra 6 de la calle Baltazar La Torre, dijeron que este se escapó hace poco del lugar donde estaba en terapia.
El médico psiquiatra Martín Lizama consideró que es necesario conocer las pesquisas de la Policía, de la Fiscalía y de la psiquiatría forense para emitir un juicio apropiado sobre el caso. “Los estudios psicológicos determinarán qué tipo de trastornos o problemas de personalidad sufre la persona”, señaló a Perú21.
“Cometer un crimen en una comisaría son palabras mayores. Para cometer un crimen, la persona está actuando en animalidad, se obnubila la razón y actúa la parte primitiva, con cólera, ira, furia incontrolable, agresividad que no tiene control racional y tampoco tiene compasión”, añadió.
Para el penalista Mario Amoretti, será el peritaje del psiquiatra forense lo que determine el grado de trastorno mental que pueda tener el presunto homicida. Sin embargo, consideró que estamos frente a un asesinato. “El agravante es que lo ha hecho dentro de una comisaría, se tipifica como homicidio calificado cuando se trata de un miembro de la Policía Nacional”, sostuvo.
Álvaro del Río Correa (43) estudió Administración de Empresas y practicaba artes marciales mixtas.
El suboficial Pedro Anchante deja esposa y una niña de tres años. Este 2020 fue cambiado de Huancayo a Lima para prestar servicios.
Detectives de la Depincri San Isidro están a la espera de los resultados toxicológicos practicados al detenido.