Se reúnen en grupos de 8, 15 o 20 personas y no precisamente para charlar, trabajar o pasar el rato en algún hobby. Estas personas (muchas veces delincuentes con prontuario policial) extremadamente violentas, de nacionalidad peruana o extranjera, suelen agruparse para cometer actos vandálicos llamados popularmente ‘robos en manada’.
El coronel PNP (R) Lizandro Quiroga La Torre, experto en temas de seguridad, contó que estos se iniciaron en Centroamérica y México, y hace 10 años llegaron a Colombia. En el Perú, el primer caso se reportó en 2019, tras la llegada masiva de venezolanos, cuando malhechores armados asaltaron a unos jóvenes que jugaban fulbito, en Santa Catalina.
“En Colombia se formaban grupos de 50 a 100 delincuentes, la mayoría en motos lineales, que llegaban a determinado negocio y asaltaban a clientes y hasta el local. Usan mucha violencia y a menudo ingresan armados y dispuestos a todo. Recurren a motocicletas para escapar sin problemas, incluso utilizando la vereda”, dijo.
Este tipo de ‘robos en manada’ se han vuelto tan repetitivos y se han reportado casos no solo en Lima, sino también en provincias. Hace solo algunos días, un grupo de ladrones, camuflados entre miles de personas que protestaban en las calles del Centro de Lima, robaron y destrozaron en grupo un conocido minimarket en la avenida Emancipación.
Aquella misma noche, unos 22 hampones armados de cuchillos, irrumpieron en otro negocio similar en San Juan de Lurigancho y arrasaron con todo lo que hallaban a su paso. De igual forma, en Ica, vándalos arremetieron contra otro local y robaron cuantiosa mercadería. Y la misma situación se repite semana a semana, en diferentes distritos y tipos de negocio.
“Están atacando centros comerciales, cabinas de Internet, restaurantes, parques, lugares donde la gente está pasando un momento tranquilo o almorzando o disfrutando un momento de relajo. Vemos que las personas no están protegidas y la población tiene miedo salir a la calle porque ven que no hay respuesta del estado”, sostuvo Quiroga La Torre.
Estos grupos de delincuentes no solo están conformados por peruanos, sino que también hay venezolanos y colombianos. Estos últimos actúan con mucha violencia sembrado pánico en la población.
“Últimamente están llegando colombianos que quieren tomar algunas zonas en los distritos más populosos. Actúan con mucha violencia. Antes solo te robaban un celular, ahora hasta te matan para conseguirlo. A las mujeres las arrastran y les pegan. Ya no tienen ningún miramiento. Así sean menores o mujeres. Es un salvajismo total”, agregó el oficial.
Para el psicólogo Daniel Palomino Silva, estos individuos son disociales (tienen un patrón de comportamiento repetitivo en el que se violan los derechos fundamentales de los demás. Son egoístas e insensibles a los sentimientos de los otros o causan daños a la propiedad, mienten, roban sin sentirse culpables), psicópatas y antisociales. Tienen traumas en la infancia, baja autoestima y comportamientos agresivos.
“La cárcel no cumple con los criterios necesarios para mejorar la salud mental de esta población; solo la psicoterapia bien establecida lo logrará. Se debe dar mayor importancia en la sociedad a la salud mental, un tema, hoy en día silencioso, que nuestro Estado peruano no está tomando en cuenta. En la actualidad estamos evidenciando conductas disociales, esquizofrénicas, hábitos inadecuados, agresión, estrés, ansiedad, entre otros”, sostuvo el especialista.
El abogado penalista Álvaro Peláez, del estudio Peláez & Asociados, indicó que los individuos que roban en ‘manada’ cometen el delito de robo agravado, el cual tiene como pena mínima 12 años de cárcel y, en algunos casos, puede llegar hasta 20 años.
“Los saqueos son un robo. Cuando se cuentan 10, 15, 20 o más personas, estamos hablando de un robo agravado. Las penas oscilan entre 12 y 20 años de pena privativa de la libertad”, sostuvo el letrado.
Ahora, si como producto de este robo se causara lesiones a personas en su integridad física o mental o si se agravara la situación económica de las víctimas, la pena varía entre los 20 y 30 años. “Pero si se corrobora que estas personas (delincuentes) forman parte o son integrantes de una organización criminal o provocaran lesiones graves o la muerte de agraviado, la pena puede llegar hasta la cadena perpetua”, finalizó.