El Poder Judicial ordenó nueve meses de prisión preventiva para el vigilante Emerson Minaya Sosa, por la presunta autoría del delito contra la vida, el cuerpo y la salud (homicidio calificado), en su modalidad de asesinato con alevosía en grado de tentativa, contra el desaparecido motorista Williams Manrique Bocanegra. La medida fue impuesta por el magistrado Renzo Subiría Ruiz del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Transitorio del Callao.
Durante la audiencia Emerson Minaya expresó ser inocente, y solicitó contar con un defensor público, pues según dijo no comprendía varios puntos relacionadas a su juzgamiento. Sin embargo, el procesado ha dado versiones contradictorias sobre la desaparición de su compañero de trabajo.
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Para dictar la prisión preventiva el juzgado consideró entre los elementos de convicción presentados las declaraciones de trabajadores de la empresa, el acta de intervención, el certificado médico legal, los informes periciales, entre otros.
Asimismo, se valoraron la proporcionalidad de la medida (magnitud del daño causado), que la condena sería mayor a cuatro años, la existencia de peligro de fuga, y la obstaculización de la investigación. Asimismo, para la sala este no acreditó tener arraigo familiar y laboral.
Emerson Minaya Sosa será recluido en un penal hasta el 29 de mayo del 2021, tiempo en el que continuarán las investigaciones hasta dictarse sentencia definitiva.
Según informó el Poder Judicial, en una primera versión el procesado habría informado a sus compañeros de labores que Manrique Bocanegra fue secuestrado por cinco personas, quienes llegaron a bordo de una chalana con armas blancas con el objetivo de robar especies.
Con esta versión acudieron a la policía los representantes de la empresa Naviera Natalia S. A., donde laboraban Minaya y Manrique como vigilante y motorista de embarcación, respectivamente.
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Sin embargo, en su segunda y última declaración, el imputado contó que en la madrugada del pasado 29 de agosto sostuvo una pelea con Manrique Bocanegra dentro de la embarcación. Esto, luego de haber ingerido licor, según dijo.
Además, señaló que tras un forcejeo el agraviado se habría golpeado la cabeza y al reponerse encontró un cuchillo que le fue arrebatado por el procesado, quien lo habría apuñalado a la altura de la boca.
Al ver que no reaccionaba, Minaya lo habría arrastrado y arrojado al mar. Estas declaraciones fueron consideradas contundentes por la fiscalía.