Bastaron unos segundos para que las llamas envolvieran ayer un ómnibus de transporte público en plena hora punta –a las 5:30 p.m.– y en la transitada avenida Petit Thouars, en Lince. Otros dos vehículos fueron alcanzados por las llamas en medio de los gritos de los peatones y conductores que se desplazaban por esa zona.
La primera comunicación que recibieron los bomberos fue que al interior del bus, de placa B9G-787, de la línea 36, había pasajeros. El pánico se apoderó de los transeúntes que atónitos observaban cómo el fuego consumía los asientos, el techo, hasta destruirlo todo.
Minutos después, los hombres de rojo informaron que, afortunadamente, no había víctimas. El chofer Alfredo Naupari (62) y su cobrador Bernardo Ávila (57) habían logrado salir a tiempo de la unidad.
“Vimos salir humo de la parte de adelante y salimos corriendo. No estábamos de servicio, nos íbamos a nuestras casas”, señaló el cobrador.
Ellos contaron que usaron el extintor, pero los testigos manifestaron que nunca lograron activarlo, por lo que el fuego se extendió en cuestión de segundos.
Las llamas también alcanzaron otros dos vehículos que estaban estacionados en la calle Bartolomé Herrera. Se trata de un auto rojo, de placa APZ-639, y de la camioneta de matrícula ABE-449.
Sus propietarios son trabajadores de la Contraloría de la República, en cuyo frontis se desató el siniestro. Se presume que habría sido por un cortocircuito, según informó la Policía.
SABÍA QUE
-La unidad de transporte público pertenecía a la empresa San Martín de Porres. Esta quedó totalmente destruida.
-La Policía investiga si este ómnibus había pasado por la respectiva revisión técnica. “Si hubiera estado con pasajeros, esto habría sido una tragedia”, señaló un oficial de la Policía de Tránsito.