Una operación de inteligencia permitió infiltrar a agentes encubiertos en dos penales del país y, de esta manera, se evitó que una organización criminal continuara extorsionando a una serie de empresarios, cuyos nombres aparecen en diferentes anotaciones encontradas en las celdas de 17 reclusos.
Las intervenciones se ejecutaron la madrugada de ayer en las cárceles de Cachiche, en Ica, y Ancón I, en Lima. Se incautó siete celulares de alta gama, cuatro chips, tres USB, y los números de teléfono de diversos empresarios.
Este fue un trabajo coordinado entre el Ministerio Público, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y la Policía.
Se supo que los agentes encubiertos de la Dirincri usaron cámaras ocultas para grabar a los reos, integrantes de la banda La Gran Casta de Ica, cuando hacían llamadas a los empresarios para extorsionarlos. Para ello usaban modernos equipos telefónicos.
Ante estas evidencias, allanaron las celdas del pabellón 7 del penal de Ica, donde requisaron celulares que permanecían ocultos en pisos, paredes y techos. En la cárcel de Ancón, se allanó el pabellón 9, donde permanecían cuatro miembros de la banda.
SABÍA QUE
- Tras las intervenciones, el INPE dispuso el traslado de 13 reos del penal de Ica a otros centros penitenciarios de máxima seguridad.