Atrapados. El cabecilla Bruce Trevejo y su cómplice Elvis Castillo cayeron en San Juan de Lurigancho. (Foto: Mario Zapata/GEC)
Atrapados. El cabecilla Bruce Trevejo y su cómplice Elvis Castillo cayeron en San Juan de Lurigancho. (Foto: Mario Zapata/GEC)

Si a usted le ha pasado que esperó más de 10 minutos un taxi por aplicativo y cuando recurrió al –para ver la ubicación del conductor– se dio cuenta de que aún estaba muy lejos, por lo que canceló el servicio; es probable que haya sido uno de los miles de usuarios que fueron víctimas de una estafa con la modalidad del ‘viaje fantasma’.

Así venía operando una organización internacional que tiene miles de agraviados, entre usuarios y conductores de , en el Perú, Uruguay, Argentina, Brasil, Reino Unido, Holanda, Nueva Zelanda, Irlanda, Australia, Polonia, Estados Unidos, Paraguay, Suiza, y México.

¿Cómo concretaban la estafa? Estos delincuentes utilizaban documentos falsos para inscribirse en Uber como taxistas, pero nunca salían a las calles a prestar el servicio. Desde una ‘oficina’ y con un celular, respondían al usuario y le enviaban información virtual –a través de un GPS falso– sobre su supuesta ubicación.

Sin embargo, siempre se trataba de información falsa. Así, cuando pasaban los minutos y el conductor no llegaba, el usuario cancelaba la solicitud. No obstante, el supuesto chofer enviaba información del falso recorrido a la central de Uber para que le reconociera el tiempo perdido.

Uber reembolsaba este dinero al ‘taxista’ y luego lo cobraba al usuario en el servicio siguiente. Si bien se trataba de S/2 o S/3, esto afectaba los bolsillos de los ciudadanos, y si se tienen en cuenta la cantidad de operaciones que hacían al día los hampones, se puede hablar de miles de soles, según explicó ayer el coronel Orlando Mendieta, jefe de la .

TAXISTAS AGRAVIADOS

Pero esta no era la única modalidad con la que operaba la mafia de ciberdelincuentes. Entre sus agraviados también hay taxistas de los 15 países antes citados.

Estos accedían a la información de los taxistas, luego –haciéndose pasar por Uber– les enviaban mensajes de texto con alertas de que sus cuentas iban a ser bloqueadas porque “se había detectado fraude”.

A través de un link, solicitaban a los choferes datos para acceder a sus cuentas, entre ellos sus correos electrónicos y sus contraseñas. De esta manera, los suplantaban y daban información falsa a Uber para que los depósitos se hicieran a sus cuentas bancarias.

Los hampones cayeron en una casa de . El cabecilla es Bruce Trevejo (31) y sus cómplices Pedro Cribillero (30), Elvis Castillo (22) y el venezolano Jhonnier Pérez (23). Se les incautó 25 celulares, mil chips y dos computadoras.

DATOS

- Esta mafia usaba un aplicativo para instalar un GPS falso en el celular de los supuestos taxistas. La advirtió que es de fácil acceso y que podría ser utilizado para distintos delitos.

- Dos de los delincuentes, quienes tenían conocimiento cibernético, permanecían entre 10 y 12 horas en una oficina accediendo a las cuentas de los taxistas.

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