El fuero militar policial ordenó seis meses de prisión preventiva para los tres policías implicados en la fuga de un grupo de delincuentes venezolanos del Departamento de Investigación Criminal (Depincri) de Miraflores, conocidos como ‘Los malditos del Rolex’.
Los agentes implicados son investigados por el 14°Juzgado Militar Policial del Centro, por los presuntos delitos de desobediencia y violación de consigna; sin embargo, los efectivos dieron su descargo. Mientras continúan las investigaciones, los tres oficiales serán recluídos en el Centro de Internamiento Policial de Barbadillo.
El alférez Cristhian Sarmiento, quien estaba a cargo de la sede policial la noche de la intervención, aseguró que cuando ocurrió la huida, él había salido a atender una denuncia por falta de personal. Él lleva apenas llevaba 20 meses de servicio y solo cuatro días en la dependencia de Miraflores.
En tanto, el brigadier Mario Bautista Ayllón explicó que esa noche tenía a varias funciones a la vez, la de carcelero, controlar las llaves y el movimiento de los vehículos. Pero la más importante era la del cuidado de la armería donde se guardan las armas de fuego y, la que dijo, no podía descuidar de ninguna manera, por lo que no se dio abasto para cumplir las otras responsabilidades.
Finalmente, el suboficial de tercera Jeancarlos Chamorro Blas explicó que en un principio empezó a cumplir dos funciones, pero luego le asignaron dos más, la de operativo investigador y la de encargado del calabozo, no obstante, nunca le habrían explicado que debía cumplir con realizar la custodia de ‘Los malditos del Rolex’.
El pasado 10 de noviembre, los venezolanos Marco Pérez Anderson, Alexander Martínez López y Aleri Jesús Canelón se fugaron del calabozo de la Depincri-Miraflores. Los sujetos habían sido detenidos, tras robar un reloj Rolex, valorizado en $17 mil, a un ciudadano chileno, informó América Noticias.
La pericia policial señala que los tres venezolanos limaron y doblaron los barrotes de la celda donde se encontraban y salieron durante la madrugada, a través del tragaluz, para llegar a una casa colindante y finalmente fugarse en un taxi.