Por José Acuña y Sileña Cisneros
La falta de empatía de las autoridades ante los casos de violencia hacia la mujer sigue causando indignación. Esta vez, un Centro de Investigación Especial PNP y un hospital de Collique, en Comas, se negaron a atender a una niña de apenas ocho años que había sido víctima de violación sexual por parte de su propio primo, de 13 años. La pequeña fue trasladada varias horas en un patrullero yendo de un lugar a otro en busca de ayuda.
Esta tragedia ocurrió a las 2:00 p.m. del último lunes en la vivienda de los abuelos paternos de la menor, a los que había ido a visitar en Collique.
La menor salió de la casa para comprar un dulce y, cuando regresó, su primo de 13 años la agarró del brazo, la jaló y abusó de ella en el sillón del primer piso: sus desesperados gritos de auxilio no fueron escuchados. Luego de unos minutos, la mamá de la víctima se percató de que la niña estaba ensangrentada en el baño.
Un patrullero de la comisaría de la cuarta zona de Collique, que estaba cerca de la casa, la auxilió y se inició la travesía en busca de atención inmediata, pero esta tardó (ver recuadro).
El hospital Sergio E. Bernales de Collique fue el primer lugar adonde llegó la niña, pero no fue atendida. “No la recibieron. El policía exigió que la atiendan, pero se negaron pese a que mi niña estaba sangrando”, contó a Perú21 Candy Camacho, abuela materna de la víctima.
Luego fue trasladada al Centro de Investigación Especial (CIE) PNP –que recibe casos de violencia sexual hacia niños–, ubicado en la tercera zona de Collique. Increíblemente, tampoco la atendieron ni la dejaron bajar del patrullero. La familia indicó que un agente les dijo: “Debe ser que está con la regla”.
Recién, a las 4:00 p.m., la comisaría de Collique recibió la denuncia, la menor pasó por Medicina Legal, donde se confirmó la violación. Fue internada en el hospital Alberto Sabogal del Callao: el ataque fue tan brutal que requirió una reconstrucción vaginal.
El agresor fue intervenido la tarde del lunes, pero se negó a pasar los exámenes de ley. Ayer fue liberado, lo que provocó indignación en la familia de la agraviada.
Al respecto, el abogado penalista Mario Amoretti explicó a Perú21 que “debido a la edad del adolescente, la violación supone una infracción, por lo que pasa al cuidado de los padres. Cuando son mayores de 16 años, sí son objeto de un internamiento. Esto se debe a que estamos suscritos a la Convención de Viena”.
La Policía informó que la Inspectoría General separó de su cargo a la jefa del CIE, teniente Angélica Vega, y al suboficial Carlos Cervera, quienes serán investigados por omisión de funciones al no haber auxiliado a la víctima. La sanción es inminente.
Fuentes del Ministerio del Interior indicaron a este diario que los efectivos refirieron que no la atendieron porque estaban en cambio de turno y, además, el que conducía la patrulla ya se retiraba.