Callao: Arrestan a tres ‘ninjas’ que camuflaban droga

Vestían de negro para no ser captados por las cámaras de seguridad. Eran delgados y de baja estatura para poder moverse, con facilidad, entre las cargas. Por esa razón son conocidos como los ‘ninjas’. Su misión: camuflar –preñar– los contenedores del puerto del Callao con cocaína.

Tres de estos sujetos –integrantes de una mafia internacional– fueron detenidos la madrugada de ayer por personal de la Dirección Antidrogas. Con ellos cayeron cuatro cómplices, cuando iban a esconder más de 1.6 toneladas de cocaína, valorizada en US$68 millones.

El general Richard Zubiate, director de la Policía, señaló que este duro golpe al narcotráfico es parte de una investigación de siete meses, realizada por el grupo especial Escorpión de la Dirandro. Aseguró que el destino de la ilegal mercadería era Europa.

La intervención se efectuó en la cuadra 6 de la avenida Manco Cápac. Los detectives seguían de cerca los pasos a los narcos y así intervinieron el camión de placa BOD-847, conducido por Enrique Peña Oré –uno de los detenidos–, y a los ocupantes de la camioneta de matrícula D6N-707 que custodiaban la droga.

Durante la inspección del primer vehículo, la Policía halló 45 maletines con paquetes de cocaína en forma de ladrillo. Todos tenían el logotipo F12.

Los ‘ninjas’ estaban ocultos en la cabina del camión. Se trata de Josué Pablo Solano (24), Saúl Luis Torres (23) y Cristian Baldeón Solano (23), quienes se mostraron desafiantes ante las autoridades. Una de las hipótesis que maneja la PNP es que los cabecillas de esta organización serían Junior Tarazona Acher, ‘Jota’, y Rubén Martínez Rázuri del Castillo.

‘Jota’ es sindicado, a su vez, como la persona que ordenó el atentado contra Gerald Oropeza López.

TENGA EN CUENTA

* La droga fue cargada al camión en una casa cercana al terminal portuario. Cada ‘ninja’ iba a recibir US$5 mil por ‘preñar’ la cocaína.

* Los que custodiaban la droga eran Paúl Peña Oré (49), John Anicama Huamán (30) y César Peña Obregón (29), todos detenidos. Ellos son pieza clave para identificar a los cabecillas de la mafia.