Los detectives de la División de Investigación de Homicidios están a la espera de las pericias realizadas sobre el asesinato de Jimena (11), ocurrido el 1 de febrero en San Juan de Lurigancho.
Además, buscan al mototaxista que, en versión de César Alva Mendoza (37), confeso autor del homicidio, lo habría ayudado a traslada el cuerpo de la menor.
Una de las pruebas más esperadas es la superposición de imágenes. Esta permitirá determinar si Alva es el conductor de la bicicleta en la que llevaba a la niña, y que fuera captado por una cámara de seguridad. También están los resultados del ADN, entre otros.
En su confesión, César Alva señaló que luego de matar a Jimena en los baños de un campo deportivo abandonado, llevó el cadáver a la casa de su padre, en la urbanización San Gabriel, a bordo de un mototaxi. Los agentes tratan de dar con la identidad del chofer de la unidad para determinar si este actuó como cómplice.
De otro lado, el miércoles, en conferencia de prensa, el general Juan Sotil, jefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), dio un adelanto de las investigaciones.
“Podemos confirmar, científicamente, que César Alva Mendoza secuestró a la niña, ya que planeó llevarla a ese sitio, la violó y la mató. Son delitos que tienen pena máxima de cadena perpetua”, dijo.