Policía esclareció crimen del hombre hallado dentro de una caja en una casa del Rímac. (Piko Tamashiro/Perú21)
Policía esclareció crimen del hombre hallado dentro de una caja en una casa del Rímac. (Piko Tamashiro/Perú21)

Redacción PERÚ21

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Un taxista de 62 años fue estrangulado por dos hermanos que se negaron a pagarle 300 soles por el alquiler de un local en San Martín de Porres. Luego, estos confesaron el crimen a sus familiares y enterraron el cadáver en una vivienda en el Rímac en su intento de hacer creer a la Policía que no tenían ningún vínculo con la víctima. El padre y una hermana de los homicidas fueron capturados por el delito de encubrimiento.

El hallazgo del cadáver ocurrió la mañana del jueves en el inmueble ubicado en la manzana C, en el asentamiento humano Horacio Zevallos, en la zona de Flor de Amancaes. Pedro Farseque Santos, dueño de la casa, y su hija Olivia Farseque Quispe (37), alertaron a la Policía de un fétido olor en su vivienda.

Los agentes no olían nada y se retiraron. Luego, la familia se volvió a comunicar con la Policía para informar que había encontrado el cuerpo enterrado dentro de un caja de madera.

Posteriormente, la víctima fue identificada como Bernardino Edgar Molina Escalante (62) y era el dueño de la casa que alquilaba a los hermanos hermanos Miguel Ángel (40) y Cristian Rolando Farseque Quispe (40), hijos de Pedro Farseque.

Precisamente, en el inmueble de la avenida Zarumilla 217, en San Martín de Porres, de propiedad de Molina, los detectives de la Divincri del Rímac encontraron el automóvil con el que hacía servicio de taxi.

Luego de varias horas de interrogatorio, Pedro Farseque confesó a la Policía que sus hijos habían asesinado al taxista en la vivienda de San Martín de Porres. Molina exigió a los hermanos el pago del alquiler porque ya se habían retrasado varios días, por lo que se originó una discusión y pelea. Los hermanos golpearon al taxista con un martillo, lo asfixiaron con varias telas y para asegurar su muerte lo estrangularon.

El cadáver fue llevado a la casa del Rímac, donde toda la familia planificó enterrarlo para después fingir un hallazgo.

Pedro Farsaque y su hija Olivia Farseque quedaron detenidos por el presunto delito de encubrimiento de homicidio. En tanto, la Policía se encuentra tras la ubicación y captura de los hermanos autores materiales del asesinato.

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