"Mi obligación era anular toda amenaza que significase un costo social, el que ya era bastante alto, pues habían muchos heridos y ya había escuchado a la gente decir que habían muertos", explicó Lorenzo Machaca Esquía, policía miembro del Servicio de Operaciones Especiales (SOE) de Lima Norte, quien logró abatir a Eduardo Romero Naupay, autor del tiroteo en el Centro Empresarial y Financiero del distrito de Independencia .
Lorenzo Machaca se encontraba de franco el día de la tragedia. Salía de la universidad San Juan Bautista, en donde viene cursando la carrera de Derecho, cuando se percató que algún suceso extraño ocurría en el centro comercial, conocido como el Royal Plaza:
"Había salido de la universidad, me encontraba a unos 130 metros del lugar donde se venían dando los hechos. Veía que la gente corría despavorida a diferentes direcciones, entonces, dije que se trataba de algún problema de alteración al orden público y me acerqué hasta dar frente al cajero del BCP, me puse detrás de un montículo de cemento para protegerme, y desde allí logré ver al homicida", detalló.
El efectivo policial contó en la entrevista realizada por el Ministerio del Interior que redujo al autor del tiroteo con 4 disparos certeros en el cuerpo:
"Arremetí contra él con aproximadamente 4 disparos certeros en el cuerpo y cayó con vida en el suelo. Entonces me acerqué y lo desarmé, y al notar que tenía signos de vida, me comuniqué con el apoyo médico para que sea trasladado y salvar su vida y de las víctimas", contó.
Lorenzo Machaca explicó que cuando advirtió que el homicida disparaba a mansalva a los inocentes, pensó que debía acabar con esa amenaza y que si debía hacer uso de su arma, pues lo haría:
"La preparación de todo policía es la misma, el deber está primero y salvaguardar la seguridad de las personas y sin pensarlo dos veces, ni por un segundo, lo volvería a hacer".
Finalmente, el agente de la SOE dijo que la población debe sentirse segura de que siempre habrá algún policía a su servicio y que él cumplirá con su deber hasta que la vida se lo permita.