Las plazas históricas de la capital podrían perder su valor patrimonial. Esto se debe a que parte de sus estructuras, que se han visto afectadas por incendios o derrumbes, aún no han sido reconstruidas.
Una de ellas es la plaza Dos de Mayo. El 16 de octubre de 2014, la emblemática casona que se encuentra en el cruce de las avenidas Miguel Zamora y Alfonso Ugarte –construida en 1924– fue consumida por un incendio.
Allí vivían más de 30 familias, las que tuvieron que abandonar el lugar. Hoy, cuatro años después de esta tragedia, el inmueble continúa en ruinas. Similar panorama se vive en la plaza Bolognesi, donde hay edificaciones que han colapsado y que permanecen en abandono.
A esto se suma el incendio que, la madrugada del sábado, arrasó con el edificio Giacoletti, en la plaza San Martín.
Vladimir Velásquez, director del proyecto cultural Lima Antigua, señaló que con esta última, “ya son tres plazas históricas que corren el riesgo de perder su valor patrimonial”.
“En 2021 celebraremos el bicentenario de la independencia y, además, el centenario de esta plaza, pero ahora su primer edificio ha quedado destruido”, lamentó.
PLAN DE RESTAURACIÓN
Por su parte, el arquitecto y urbanista Jorge Ruiz de Somocurcio dijo que se debe implementar una política de Estado para proteger el patrimonio.
“El Ministerio de Cultura tiene una normativa y los municipios tienen otra. No hay un consenso sobre lo que se debe hacer para preservar el patrimonio. Se debe implementar una ley proactiva”, refirió.
Agregó que cada ciudad histórica debería contar con un plan de restauración, a fin de preservar sus construcciones emblemáticas.
“Lugares como Cusco, Arequipa y Lima deberían tener un plan maestro de manejo. Por ejemplo, la capilla principal de Arequipa es Patrimonio de la Humanidad, declarado por la Unesco, y está en riesgo de colapsar. Las autoridades son responsables de que estas cosas no sucedan”, enfatizó.