Por Jorge Merinojmerino@peru21.com
Estos son testimonios de las personas que aún viven en carpas en el anexo Molino Azul, ubicado en el distrito de Catacaos, luego del desborde del río Piura, ocurrido el lunes 27 de marzo. Ellos salvaron sus vidas y las de sus hijos al refugiarse en una loma. Por muchas horas estuvieron aislados.
Ahora, estos damnificados necesitan la atención del Estado para satisfacer sus necesidades básicas y mejoras las insalubres condiciones en las que se encuentran.
Magaly Sandoval Timaná
"No tenemos ayuda del Gobierno. Gracias a la gente particular estamos recibiendo alimentos. Las autoridades no hacen nada. Lo que pedimos es que de una vez por todas cierren el dique de manera definitiva. Estamos preocupados. Tememos que el río se salga y nos ahogue". Marlene Yovera Elías
"Nosotros salimos de nuestras casas en botes para salvar las vidas de las criaturas, pues lloraban de miedo y se venía el agua. Solo estuvimos nueve días en los refugios. Ahora mi esposo no tiene trabajo. En las chacras solo hay arena". Jesús Chero Aquino
"En la carpa dormimos 12 personas. Son siete niños que entran aquí, pero el lugar no es el adecuado y las condiciones son malas. Estamos esperando que el Gobierno nos ayude con un trabajo temporal, pues nosotros vivimos del campo y nuestros animales. No tenemos nada". Carmen Silva Sosa
"En nuestra carpa viven tres familias, pero solo la usamos para dormir porque hace mucho calor. Aún nos da mucho miedo que el río vuelva a salirse. Nuestros hijos sueñan feo con eso. Hay noches que no podemos dormir. Ya nada es igual". Rosa Chero Zapata
"Queremos que vengan a fumigar o nos envíen repelente porque no se aguantan los zancudos. Gracias a Dios no nos ha dado dengue, pero podríamos enfermar. Mi esposo también necesita un trabajito. Nos han prestado un colchón para que duerman nuestros hijos". Senamhi declara en alerta 13 regiones por bajas temperaturas https://t.co/DrsOZFySiA pic.twitter.com/3WRxCDCfar— Diario Perú21 (@peru21noticias) 2 de mayo de 2017