A Isabel Tello Chanduví (31) le gustaba tanto el dinero fácil que hizo creer a sus exparejas del extranjero que su hija Pierina –a quien asesinó– era hija de ellos. Así lograba que todos le enviasen una jugosa pensión mensual.
Según un informe de Panorama, Tello le pidió US$ 4,350 a su exenamorado Anders, de Estados Unidos, para abrir un consultorio y ganar dinero en beneficio de la niña de ambos, supuestamente. "Es (solo) una vez (…), con eso puedo asegurar el futuro de Pierina", le escribió en una carta.
La filicida también le exigió dinero al español Jorge Plaza –otra de sus conquistas– quien le envió más de seis mil dólares para la niña.
En otra carta, encontrada en su casa de San Miguel, le decía a un italiano que necesitaba plata para su hija.
Varios recibos con el dinero enviado tenían como destinatario a Angela de la Fuente, la mujer que ayudó a Isabel a elaborar su plan de defensa cuando esta mató a Pierina.