La Defensoría del Pueblo pidió hoy a la Cancillería que atienda a los más de 200 ciudadanos haitianos que se encuentran desde el año pasado en Madre de Dios, fronteriza con Brasil, abandonados y con problemas de salud y alimentación.
"Expresamos nuestra preocupación por la situación de vulnerabilidad de los haitianos que se encuentran en la localidad de Iñapari desde marzo de 2011", señala en una nota dirigida al canciller Rafael Roncagliolo.
"La situación de esas personas se ha agudizado por el desborde de los ríos Acre y Yaverija, que han inundado diversos barrios de Iñapari y han puesto en riesgo los derechos fundamentales de esos extranjeros, que a la fecha venían sobreviviendo de la caridad y ayuda humanitaria de los pobladores", refiere el documento.
El mencionado organismo recordó que el 1 de febrero se dirigió a Roncagliolo para informarle de la situación y solicitarle que se forme una mesa de trabajo "para buscar medidas que permitan superar la situación". Además, propuso algunas soluciones.
Los isleños abandonaron su país para ingresar a Brasil desde Iñapari, pero no lograron su objetivo porque se cerró la frontera de la nación vecina. No pueden regresar a Haití porque no tienen dinero para los pasajes ni para ayudar a sus familias.