Redacción PERÚ21

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Son jovencitas, muchas de ellas menores de edad y de familias muy pobres que, en lugar de ir a la escuela, están paradas frente a los 'prostibares' de Madre de Dios en busca de 'clientes'. A su corta edad ya han sido víctimas de violencia física, psicológica y sexual. Todas llegaron por necesidad, engañadas con falsas promesas de trabajo, pero fueron convertidas en mercancía sexual. Lejos de sus hogares, desamparadas y sin posibilidades económicas, las adolescentes se van acostumbrando.

Esta es la dura realidad de las víctimas de en el Perú, la cual se expone en el documental "Se necesitan víctimas: tras la ruta del oro y la explotación de Cusco a Madre de Dios", elaborado por CHS Alternativo, con el financiamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).

El documental recoge una serie de testimonios que dan cuenta de cómo las mujeres son engañadas y captadas por explotadores sexuales para ser prostituidas contra su voluntad en la zona minera ilegal de La Pampa, y cómo van perdiendo sus derechos hasta convertirse en víctimas.

"En la radio dicen que necesitan una chica para ventas o para atender un negocio, pero lamentablemente no es así, (una vez que las captan) las hacen trabajar en cantinas y prostituirse; las maltratan y las chicas regresan mal, aunque muchas veces se acostumbran y ya no regresan", dice Alex, un ex trabajador minero entrevistado en el documental.

LOS HALLAZGOSRicardo Valdés, director de CHS Alternativo, señaló que durante el recorrido por las rutas de la explotación sexual se detectaron muchas variables que facilitan el traslado de las víctimas para la trata de personas. Uno de los más preocupantes es el bajo nivel de conocimiento de las normas vigentes sobre este delito entre las autoridades locales y la misma Policía.

"Las autoridades municipales y provinciales no conocen casi nada sobre la ley vigente, y son estas autoridades las que tienen que fiscalizar los restaurantes o bares que actúan de fachada para la trata. Estas mismas autoridades deben controlar las agencias de empleo informales y, junto con la Policía, el tránsito de vehículos que lleva mujeres para tratarlas. Pero como hay gran desconocimiento, casi no se hacen intervenciones; cuando se hacen, los denunciados presentan una contrademanda y las autoridades ya no saben qué hacer", refirió Valdés.

Además, la informalidad es otro facilitador del delito, pues el video reveló que es muy frecuente solucionar cualquier dificultad en el traslado de una menor con un pago de S/10. A eso se suma que hay mucha tolerancia entre las autoridades y la misma población que ve normal que las chicas "trabajen" en esa actividad.

AVANCE CON TRABASSe calcula que en el Perú hay entre 3,000 y 4,000 víctimas de trata de personas por año. El titular de la Fiscalía Especializada contra el Crimen Organizado, Jorge Chávez Cotrina, dijo que, con el fortalecimiento de la División de Lucha contra la Trata de Personas de la Policía y la implementación de 8 Fiscalías Especializadas –en Lima, Callao, Tumbes, Iquitos, Madre de Dios, Puno, Cusco, y Tacna– se está avanzando en la denuncia de los casos.

"En Iquitos, por ejemplo, estamos haciendo operativos de prevención junto con la Marina de Guerra y la Policía, pues se trata de un delito que involucra a una organización criminal y para desarticularlo se necesita un trabajo paciente, de inteligencia, que a veces toma algún tiempo", mencionó.

En los primeros tres meses del 2016, el Ministerio Público presentó 258 denuncias por el delito de trata de personas. Las regiones con más casos fueron Lima (69), Callao (39), Cusco, (17) y Madre de Dios (17).

Pese al avance, Carlos Villarroel, comisionado de la Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia de la Defensoría del Pueblo, sostuvo que hay una desproporción enorme entre los casos que procesa el Ministerio Público y los que son sentenciados por el Poder Judicial.

Las cifras son claras: del 2009 al 2014, el Ministerio Público realizó 2,241 denuncias con 3,911 víctimas, pero el Poder Judicial, entre el 2001 y el 2013 (es decir, en 12 años), solo procesó 633 casos. En el 2015, la situación fue similar. Ingresaron 321 denuncias por este delito al Poder Judicial y solo dos fueron sentenciadas.

PENAS MUY BLANDASVillarroel dijo que otro problema que afecta la lucha contra la trata de personas es el desconocimiento y la falta de sensibilización de los operadores de justicia ante estos casos.

"Este delito tiene una pena de entre 8 y 15 años de cárcel y en su forma agravada entre 12 y 25 años. Sin embargo, algunos jueces están dando penas de solo 4 años para casos agravados. También se absuelve a los tratantes con atenuantes como que el acusado no tenía antecedentes penales o que tenían la autorización de los padres, o se dan reparaciones civiles ínfimas, de apenas S/300 o S/500", manifestó.

Valdés, además, advirtió que muchos de esos procesos han sido declarados nulos porque todavía hay una mala calificación del tipo penal. No se trata de casos aislados, son casi el 10% que se repiten en Loreto, Madre de Dios, Puno, San Martín, Tacna, Tumbes e incluso Lima.

"Es 2016 y aún hay casos abiertos con el artículo 182 del Código Penal, sobre trata de personas, que ya fue derogado en 2007. No se puede procesar a nadie con una ley inexistente, y no tiene sentido que nuestras autoridades no sepan eso", anotó.

FALTA PRESUPUESTOVillarroel acotó que, aunque el año pasado se ha avanzado mucho en el aspecto normativo de la trata de personas y en la prevención de los casos, todavía hay una gran traba en la implementación de las normas, principalmente por la falta de presupuesto.

Aunque el año pasado el presupuesto para trata de personas aumentó de 2'963,328 a 8'863,742 soles, para este año la cifra nuevamente se habría reducido. CHS Alternativo advirtió que el presupuesto para 2016 sería de solo 3'279,723 soles. Un retroceso.

VÍCTIMAS SIN ASISTENCIALas víctimas de trata de personas que son rescatadas por las autoridades necesitan albergues especializados para su rehabilitación y reinserción a la sociedad. Sin embargo, en el Perú solo hay dos centros de acogida, en Lima y Madre de Dios, para estas personas y ambos están saturados y con poco presupuesto. En tanto, no existen programas especializados para atender a las víctimas y que estas sean reintegradas.

"De nada nos sirve hacer más y más operativos para rescatar a las víctimas de trata de personas si no tenemos a dónde llevarlas para que reciban un tratamiento médico, psicológico y social. La idea es que tengan los elementos necesarios para que se reinserten en la sociedad después del trauma que han vivido", señaló el titular de la Fiscalía Especializada contra el Crimen Organizado, Jorge Chávez Cotrina.

El fiscal apuntó que este problema debe ser abordado por el Ejecutivo, a través del Ministerio de la Mujer, en coordinación con los gobiernos regionales y locales, pues actualmente las autoridades no están haciendo nada.

Chávez Cotrina advirtió que, debido a esta situación, la mayoría de víctimas regresa a sus lugares de origen y, ante la falta de oportunidades, vuelve a las condiciones de pobreza y vulnerabilidad que las llevó a caer en la situación de explotación. "A veces en los operativos hemos encontrado a las mismas niñas que fueron rescatadas, y son doblemente victimizadas", manifestó.

DATOS

  • El documental reveló que la trata de personas se desarrolla con estacionalidad. En las zonas agrícolas está asociada a ciclos económicos, es decir, se incrementa en periodos como la cosecha, que es cuando hay más dinero.
  • En las zonas altoandinas y de pobreza, la trata es más común al iniciar los estudios, pues los padres aceptan cualquier empleo para sus hijos, como atender en bares, pero es un engaño porque en la práctica es explotación sexual.
  • En muchos casos, las chicas obligadas a prostituirse quedan psicológicamente destruidas y repiten el patrón de violencia, volviéndose tratantes.