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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

A través de un video en YouTube, el Superior General de Vida Cristiana, Alessandro Moroni, informó sobre las denuncias de agresión y violación sexual a menores de edad.

Según el informe, , fundador de la comunidad cristiana, además de German Doig, Virgilio Levaggi y Jeffrey Daniels, son los presuntos autores de abusos sexuales a menores en el Sodalicio.

"¿Pero dónde están sus encubridores?" se pregunta el periodista , en conversación con Perú21.

El autor del libro Mitad monjes, mitad soldados, investigación periodística que reveló la serie de abusos cometidos por esta institución durante 27 años, ve con ojo crítico que la institución religiosa haya apuntado hacia sus propios miembros.

¿Qué opinión le merece que el Sodalicio apuntara a cuatro de sus miembros como presuntos agresores sexuales?

-La cabeza de Figari ya rodó. No como hubiese sido ideal, pero ya es un chivo expiatorio. German Doig está muerto, ya no puede defenderse. Virgilio Levaggi vive en Ginebra, ahora es un alto funcionario de la OIT. Y a Jeffrey Daniels le facilitaron la salida a Estados Unidos, donde vive actualmente. Son cuatro nombres de gente que va a ser difícil agarrar. El Sodalicio aparentemente está tomando el caso de una forma integral. No está abordando el tema de fondo.

¿A qué se refiere?

-Con este gesto de impacto que ha realizado Moroni da la impresión de que ellos han ido más allá que el resto. Queda la impresión de que el Sodalicio hubiese actuado con más rigor que la Fiscalía y con más firmeza que el Vaticano. Pero lo que está haciendo el Sodalicio es encubrir a los cómplices de (Luis) Figari, de (German) Doig, de (Virigilio) Levaggi, de (Jeffrey) Daniels.

Pero Moroni ha ofrecido llevar la argumentación que él tiene al Ministerio Público…

-Pero están hablando de casos que ya prescribieron*. Lo que está haciendo Moroni es confirmar que a quienes señalamos como pederastas en Mitad monje, mitad soldados efectivamente eran pederastas. Con eso piensan que están saliendo del asunto, que se han vuelto transparentes. Pero ellos saben perfectamente —porque su abogado Claudio Cajina está con ellos en todo este proceso— que estos casos ya prescribieron.

¿Usted cree que simplemente están tratando de lavar la imagen de la institución?

-Me parece clarísimo. Si no tuviese nada que ocultar Moroni estaría ofreciendo una conferencia de prensa para comentar el reporte con la prensa y someterse a las preguntas que se han quedado en el aire. ¿Qué va a pasar con los encubridores? ¿Qué va a pasar con todos los victimarios de maltrato psicológico y violencia física? Están tomando al rábano por las hojas. No están yendo al tema de fondo. Esto forma parte de una estrategia para que no los investigue el Congreso.

¿Y dónde están los encubridores?

-Figari no actuó solo. En los años 80, el poder del Sodalicio residía en él, y después se repartía en Doig, Levaggi y Vertel. ¿Dónde está Jaime Vertel? Él es el principal encubridor de los pederastas sodalites. Y no van a decir nada. Jaime Vertel es uno de los jerarcas del Sodalicio histórico, no tiene ningún cargo pero tiene una ascendencia muy importante sobre la institución, además es el hombre de los negocios y la plata. Encubrió uno de los casos de abuso sexual que perpetró Figari. Hizo exactamente lo mismo en el caso de Virgilio, y tiene que haber estado al tanto del encubrimiento a Jeffrey Daniels, que duró tres años. Tres años fue protegido por la institución. Yo no sé quién era o quiénes conformaban el consejo superior cuando ocurrió lo de Daniels, pero ese consejo superior completo debería ser expulsado del Sodalicio.

Y ahora, con el silencio de Figari se cierran aún más las puertas…

-Claro, el objetivo es bajar el tema. Y la Fiscalía, que pudo haber marcado la diferencia, fue la primera en enterrarlo. A mí, lo que me parece que está haciendo el Sodalicio, es un gesto para la platea.