El Papa Francisco ha movilizado a cerca de un millón de fieles hacia la Base Aérea de Las Palmas, donde en pocas horas dirigirá una misa, el último acto oficial en Perú. La ceremonia terminará con el acto de la eucaristía y, por tal motivo, cientos se preparan para tal momento.
Como se pudo apreciar en una transmisión de América, un sacerdote improvisó un confesionario para que los asistentes puedan confesarse mientras esperan al Santo Padre.
En las imágenes se observa una larga fila de fieles que esperan confesarse frente al religioso.
Según la religión católica, para recibir la eucaristía uno debe estar limpio de todo pecado. De allí la necesidad de los fieles de confesarse antes de recibir el 'cuerpo y sangre' de Cristo ya que recibir la comunión con un pecado a cuestas es considerado sacrilegio.