Antes de partir a la iglesia de Las Nazarenas para su encuentro con las monjas del Señor de los Milagros, el papa Francisco tuvo un gesto que enterneció a varios.
Ni bien puso un pie afuera de la Nunciatura Apostólica, el Sumo Pontífice fue abordado por personas que le solicitaban una bendición para mejorar su estado de salud.
Con pancartas en mano y con eufóricos pedidos con brazos al aire, los enfermos pudieron captar la atención del jefe del Vaticano.
No tardó ni tres minutos para bendecir a dos menores de edad, un joven invidente, un adulto, y un sacerdote. Las personas que se encontraban alrededor aplaudieron por lo que habían presenciado.
Luego se subió al papamóvil para seguir con su rol de actividades que tiene programado para este domingo. Su primer paradero fue la iglesia de Las Nazarenas.