La multitudinaria misa que ofició el Papa Francisco este domingo en la base aérea Las Palmas, en Santiago de Surco, congregó a cientos de miles de fieles que esperaban escuchar al Santo Padre.
Como se sabe, la comunión es uno de los momentos de la ceremonia en el que los feligreses reciben el cuerpo de Cristo a través de la hostia. Sin embargo, para poder tener este privilegio, se requiere estar confesado y libre de pecados.
Es por ello que con la finalidad de que ningún fiel se quede sin recibir la comunión en la misa del Sumo Pontífice, se habilitaron confesionarios en espacios al aire libre.
Tal como pudo informar la agencia Andina, los sacerdotes llevaban gorras y y bloqueador para ir confesando a cada una de las personas que desearan recibir la comunión.
Tras culminarse la liturgia, el Santo Padre ha partido rumbo al aeropuerto internacional Jorge Chávez, culminando de esta manera su visita al Perú.