Redacción PERÚ21

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Más de 100 pacientes que sufrían de diversas malformaciones máxilo-mandibulares, que

Este tipo de operaciones de reconstrucción maxilofacial se aplica a pacientes con Síndrome Craneofaciales, discrepancia o desigualdad en el desarrollo de los maxilares como prognatismo (crecimiento de mandíbula hacia afuera) y retrognatia (hacia adentro).

También se realizan a pacientes con hipoplasia maxilar, discrepancias transversales del maxilar (desarrollo deficiente de maxilar), lo que conlleva a una alteración de la mordida, a tal punto de no poder articular algunas palabras, siendo los más comunes las alteraciones del desarrollo de los maxilares, que en muchos casos es genético.

“Como consecuencia de estas anomalías, los pacientes se ven afectados psicológicamente, se vuelven introvertidos, con una autoestima disminuida, por lo que la cirugía ortognática es una alternativa reconstructiva, para otorgarles una mejor calidad de vida”, sostuvo Saúl Peñaloza, especialista en cirugía buco maxilofacial.

Este tipo de intervenciones requieren de una exhaustiva preparación con planeamiento de dos etapas previas por ser de alta complejidad. La primera fase se inicia con la ortodoncia, que corrige las malposiciones dentarias y dura un año aproximadamente, informó Peñaloza Maquera.

Precisó que en la segunda fase se realiza la cirugía ortognática, que rehabilita las discrepancias de los huesos maxilares hacia una posición más adecuada y funcional, logrando solucionar la malaoclusión (mordida inadecuada).

Esta cirugía reconstructiva se efectúa mediante abordaje intraoral que no deja cicatrices en el rostro, dura un promedio de 4 a 5 horas y es practicada únicamente por expertos cirujanos especialistas en cirugía buco maxilofacial, agregó el especialista.

Essalud precisó que las estadísticas en el mundo señalan que existen entre 10% a 14% de pacientes que padecen de alguna anomalía máxilo mandibular. Muchos de estos casos se manifiestan en la edad infantil y con mayor prevalencia en la etapa de adolescencia por el crecimiento esquelético activo y porque no son tratados oportunamente.

Por su parte, Juan Javier Contreras Quispe (33), uno de los pacientes intervenidos que padecía de anomalía máxilo mandibular a raíz de una caída cuando tenía 9 años, afirmó: “Después de la cirugía volví a sonreír con normalidad, puedo masticar bien mis alimentos, puedo pronunciar mejor las palabras, y tengo un mejor perfil ya no me siento raro”.

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