El reo Rodolfo Orellana Rengifo –presunto cabecilla de una mafia de tráfico de terrenos e investigado por lavado de activos– ya no podrá ejercer como abogado en el penal de Challapalca, en Tacna. Ahora tendrán que desmontar el estudio que él había exigido que le instalen.
Esto luego de que la Sala Penal de Apelaciones de Tacna decidiera revocar ayer la sentencia, emitida el 2 de abril, en primera instancia, que le permitía defender a los internos de dicho establecimiento penitenciario, ubicado a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar.
Esta denuncia, que fue hecha pública a través de Perú21, permitió conocer que Orellana ya contaba con cuatro ‘clientes’ y que se encontraba negociando con Gerson Gálvez Calle, ‘Caracol’, quien –según nuestras fuentes– ya lo presentaba como su abogado.
El presidente de la Corte Superior de Justicia de Tacna, Jorge Alberto de Amat Peralta, sostuvo que el recluso Orellana Rengifo “vuelve a su condición regular ordinaria, sin contar con facilidades para que cumpla su función de consejero o abogado”.
No obstante, señaló que la medida dictada en primera instancia “no vulneraba, ni flexibilizaba las medidas de seguridad del penal”.
JUEZA SE DEFIENDE
En tanto, la magistrada Indira Condori Cama –quien admitió el hábeas corpus que presentó Rodolfo Orellana– negó que su fallo haya fomentado que se le asigne una oficina al reo y que a raíz del mismo este haya ganado más clientes.
Sin embargo, en una aparente contradicción, Condori Cama dijo que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) “tenía la posibilidad de negarse a cumplir la resolución” alegando motivos de seguridad. Sostuvo que eran reclusos con los que Orellana comparte el pabellón quienes venían presentando los hábeas corpus.
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