“Lamentamos las declaraciones del presidente Pedro Castillo al afirmar que solo los peruanos ociosos se van a morir de hambre. Señor presidente, los peruanos no somos ociosos. Todos los días nos inventamos los trabajos y salimos de casa a trabajar”.
Esta fue la respuesta que dio Fortunata Palomino, presidente de las Ollas Comunes de Lima Metropolitana, a las lamentables declaraciones que diera el presidente de la República, Pedro Castillo Terrones, el fin de semana, en Huaura, al referirse a la hambruna que soportaría el país y que, según la FAO, podría afectar a 15.5 millones de peruanos.
Sin ningún tipo de contemplaciones por la crisis que atraviesa el pueblo, al que tanto dice proteger, el mandatario señaló: “Hoy la hambruna les va a dar solamente a los que no trabajan, a los ociosos”.
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SIN APOYO NI ALIMENTOS
Al respecto, Palomino acotó: “Si vamos a morir, es porque no vamos a poder comprar los alimentos que necesitamos. Aunque no esperamos mucho de las autoridades municipales y del Gobierno, solo queremos un poco de ayuda. Las ollas comunes de Lima esperamos el apoyo de nuestra gente y de los empresarios que colaboran con nosotros”.
La dirigente advirtió que la pobreza seguirá aumentando por el alza de los precios de los alimentos y la crisis política que afecta al país. Y pidió respeto al duro trabajo que realizan. “Y usted, como presidente, nos da la espalda con ese comentario desatinado”, dijo.
Sobre el tema, el exdefensor del Pueblo Walter Gutiérrez aseveró que las palabras del presidente Castillo son ofensivas. “Es un agravio a los millones de peruanos que día a día trabajan y no necesariamente son formales”, señaló.
“Los verdaderos ociosos están en Palacio, como el presidente. Él es el verdadero ocioso cuando no endereza sus esfuerzos a lo que debería ser sus verdaderas competencias. Es una ofensa directa a la ciudadanía”, expresó.
LA IGLESIA PROTESTA
En tanto, el obispo auxiliar de Lima, monseñor Guillermo Cornejo, indicó que la persona que pasa necesidades no es un ocioso. “A ellos solo les falta oportunidades para mejorar. En el Perú tenemos que abrir nuestros corazones para ayudar a los demás”, afirmó.
Monseñor sostuvo que, en estos momentos, la Iglesia atiende 180 ollas comunes y que apoya a otras que no reciben la ayuda del Gobierno. “Las mujeres de las ollas comunes y comedores populares están luchando todos los días para salir adelante”, indicó.
Anunció que, con el objetivo de continuar apoyando a los grupos más necesitados, la Iglesia católica ha iniciado una campaña en favor de las ollas comunes y ha organizado un festival musical para el domingo 5 de junio.
“Ese día se realizará un concierto de la esperanza y el ingreso para participar es solo traer algunos víveres”, afirmó.
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