Alex solo tiene 7 años y ya ha experimentado el dolor más grande de su vida: una granada olvidada en su natal comunidad de Nuevo Progreso, en la región San Martín, le voló el pie derecho y le dejó graves heridas en el izquierdo. Aún con analgésicos, las limpiezas quirúrgicas en la herida expuesta producían al pequeño un dolor extremo. Alex lloraba inconsolable y pedía, casi a gritos, ayuda a sus padres. Felizmente, Nelly Cosque, la madre de Alex, actuó de inmediato y trasladó a su hijo al Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña, en Lima, donde con la aplicación de nuevas terapias lograron reducir a cero el dolor del menor.

“Alex está hospitalizado hace más de un mes y en ese tiempo ya ha sido intervenido varias veces; se han realizado varias limpiezas quirúrgicas y en cada intervención sangró mucho. Sin embargo, el dolor intenso que sentía ha sido manejado. Alex se está recuperando y ya come sus alimentos de forma normal. Sin dolor la recuperación es mucho más rápida y pronto podrá reinsertarse a sus actividades cotidianas”, señaló el médico Gunther Miranda.

Pero ¿cómo hicieron los médicos para eliminar a cero el dolor en el pequeño? Eliud Salas, jefa del Departamento de Anestesiología del INSN-Breña, explicó que este hospital cuenta con la primera Unidad del Dolor Pediátrica de nuestro país, la cual está especializada en el manejo y tratamiento de todo tipo de cuadros dolorosos complejos, especialmente aquellos resistentes al tratamiento convencional.

Antes de que existiera esta unidad, el dolor en los niños se manejaba con medicamentos que eran administrados por vía intramuscular o endovenosa. Sin embargo, estos analgésicos tenían un nivel de acción limitada, por cierta cantidad de horas y muchas veces no alcanzaban el umbral de dolor de los pequeños.

“Había varias limitaciones porque la lista de analgésicos que se usa para adultos no tiene los mismos efectos en pediatría. Además, los niños, a diferencia de los adultos, no dicen cuando algo les duele, no especifican qué les duele y generalmente lloran por hambre, frío o dolor. Por eso era necesario buscar nuevos protocolos que aseguren su bienestar”, enfatizó Salas.

Nuevas técnicas

A diferencia de otros países, en el Perú los pacientes menores de edad sufren de anemia y desnutrición y, por lo tanto, las dosis de analgésicos recomendadas por la literatura médica mundial no se ajustan a la realidad peruana. Era necesario trabajar en dosis acordes a las características de los niños peruanos.

Por ello, ahora se emplean nuevos fármacos, pero también técnicas e implementos novedosos, como el ecógrafo, las bombas de perfusores, las bombas elastoméricas y los bloqueos regionales, que dejan a los menores totalmente anestesiados e inhiben el dolor a cero, desde la etapa preoperatoria hasta la recuperación.

Bombas para inhibir el dolor
Bombas para inhibir el dolor

Con la nueva tecnología ahora los medicamentos se ponen en las bombas y allí se programan las dosis que necesita cada paciente, administrándolas de forma automática, según el peso y estructura fisiológica, y sin necesidad de inyectar a cada momento, pues los pacientes pueden salir de cirugía y seguir su postoperatorio conectados a estos aparatos y sin dolor.

Para los bloqueos regionales se usa el ecógrafo, con el cual se examina el sistema nervioso del niño y se detectan los filetes nerviosos afectados, de tal manera que se bloquea temporalmente la sensibilidad de ciertos miembros para así evitar el dolor. “En estas circunstancias la administración de anestesia es menor porque se potencia las drogas en la zona directa y así se tiene más efecto”, aseveró la anestesióloga.

Salas refirió que estas técnicas, usadas de forma combinada, pueden aplicarse a neonatos, así como a niños de 17 años 11 meses. Además, el manejo del dolor empieza incluso desde antes de la cirugía y, en los casos más complejos, como las operaciones a la columna o el corazón, continúa hasta 72 horas después.

“Hemos tenido casos de pacientes con fracturas a la columna o traumatismos múltiples que poco tiempo después de las operaciones están jugando porque sienten confort. Con el manejo del dolor los niños se recuperan más rápido y la estadía en el hospital disminuye. Eso permite que se puedan usar las camas más pronto y atender a una mayor cantidad de pacientes”, dijo.

Seminario

Debido a que estas técnicas no se aplican aún en otras partes del país, el INSN-Breña está organizando un seminario para difundir su experiencia. Los interesados pueden solicitar más información al Cuerpo Médico del INSN, en el teléfono 423-2069.

"Con todos los elementos que se están aplicando y el apoyo farmacológico, actualmente estamos a la vanguardia en este tema. Nuestros médicos se han capacitado en Italia y México y ahora están en condiciones de preparar a otros colegas en bloqueos regionales y manejo de dolor, pues nuestro objetivo es aliviar el dolor de los niños”, enfatizó Salas.