Entre sus beneficios, la musicoterapia brinda recursos para mejorar las relaciones interpersonales (escucha y tolerancia).
Entre sus beneficios, la musicoterapia brinda recursos para mejorar las relaciones interpersonales (escucha y tolerancia).

Según datos de la , la prevalencia mundial del (TEA) se estima en 62 por cada 10,000 habitantes. Uno de cada 160 niños tendrían esta condición.

Actualmente existe una propuesta novedosa que ayuda a que los niños con TEA puedan desarrollarse pese a las adversidades. Se trata de la musicoterapia, disciplina de la salud que usa el sonido y la música para objetivos terapéuticos.

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Los niños con autismo tienen empatía con la música, lo cual significa que existe un apego con el recurso.

En qué consiste:

  • Identificar los sonidos que le generen estabilidad.
  • Identificar los instrumentos que puedan tener mayor afinidad.
  • Organizar las necesidades más inmediatas.
  • Propuesta de intervención y diseño de programa donde se ven las prioridades de necesidad del paciente.

Sandra Romero, licenciada en musicoterapia y directora del centro CIDEMU, señala que estos son algunos puntos en los que los niños con TEA pueden beneficiarse a través de la práctica de esta disciplina:

Abre canales de comunicación a los pacientes neuro diversos.

Organiza el aspecto sensorial brindándole recursos.

Favorece la conducta y comportamiento generando estrategias para que la persona se pueda autorregular y beneficiar su autonomía.

Favorece aspectos de aprendizaje a nivel cognitivo del paciente.

Brinda recursos para mejorar las relaciones interpersonales (escucha y tolerancia).

Generar conexión con su entorno inmediato.

Genera vínculos asertivos desde actividades.

Pacientes que han tenido hipersensibilidad auditiva (hiperacusia), se han llegado a recuperar.

En personas con trastorno del espectro autista, la musicoterapia ofrece un canal de comunicación, lo cual uno de sus objetivos consiste en reconocer los sonidos que identifica el niño y que permita penetrar la coraza de aislamiento que suelen presentar.

Para la experta en musicoterapia el mayor éxito que ha tenido dentro de sus pacientes con TEA es que el 100% de los chicos que llegaron con diagnóstico de ser ‘no verbales’, lograron comunicarse de manera verbal.

“La musicoterapia no es colocar música instrumental y relajante para que los niños con autismo la escuchen, sino que consiste en identificar y apropiarse de la música y el sonido generando estrategias terapéuticas qué beneficien los aspectos del Desarrollo Integral: comunicación, lenguaje, aprendizaje, relaciones interpersonales, entre otros. Dependiendo del área estas son algunas de las estrategias: improvisación sonora. técnica Receptiva”, señaló la experta.

Romero indica que a veces es complicado porque los estereotipos llegan a ganar a la razón y a la emoción, sin embargo, ha logrado mejorar el desarrollo de muchas personas y niños con ciertas características que les dificulta la socialización.

Datos

Sandra Romero es licenciada en musicoterapia por la universidad del Salvador.

Cuenta con más de 10 años de experiencia impartiendo esta disciplina.

Desde 2012 realiza proyectos sociales, talleres, ponencias, capacitaciones y consultas privadas, con el objetivo de difundir esta profesión como una eficiente disciplina de la salud.

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