Con el transcurso de las últimas décadas, la brecha laboral entre hombres y mujeres se ha reducido notablemente. Este cambio no solo se ve reflejado en las cifras de salarios, sino en la creación y desarrollo de con al mando. Hoy en día, la mujer juega un papel fundamental en el desarrollo de la sociedad, pues resultan determinantes para el avance, crecimiento y consolidación de muchas organizaciones de todos los tamaños y sectores.

Según la Asociación de Emprendedores de Latinoamérica (Asela), Perú lidera el ránking de países con mayor número de mujeres empresarias (36%), por encima de países como Chile, Colombia y México. En ese sentido, el liderazgo que las caracteriza las ha llevado a ocupar puestos claves no solo en el sector privado, sino también en el sector público, tomando decisiones enfocadas al rediseño de procesos, simplificándolos y dinamizándolos. Un gran ejemplo de ello es Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda, quien destacó por el excelente manejo de la pandemia en su país, evitando así grandes pérdidas humanas y económicas.

MIRA: Chiquis Rivera será maestra por un día con la Fundación Latin Grammy: “La música tiene el poder de transformar vidas”

Asimismo, nuestro país cuenta con grandes mujeres líderes que han destacado durante los últimos años. Es el caso de Mariana Costa, directora de Laboratoria, quien busca fomentar el protagonismo de la mujer en el área de programación. Del mismo modo, en el ámbito económico destaca Claudia Cooper, presidenta de PERUMIN, quien, a lo largo de su trayectoria en el Banco Interamericano de Desarrollo y la Bolsa de Valores de Lima, ha buscado el desarrollo económico de nuestro país, fomentando la inversión y el desarrollo desde diferentes frentes.

Pero ¿cuál es el perfil de la mujer empresaria de hoy? Mariana Garland, presidente de la Asociación de Empresas Familiares del Perú (AEF Perú), repasa las características más resaltantes de estas líderes cuyo desempeño es sinónimo de capacidad en gestión:

  • Capacidad de mando: este es un factor imprescindible en toda empresa para delegar las actividades que día a día ejecuta todo el personal. Por este motivo, resulta importante que las mujeres tengan autoridad y capacidad de mando frente a sus empleados para satisfacer correctamente las necesidades de los clientes y brindar un buen servicio que haga que estos regresen continuamente a consumir lo que vende la empresa.
  • Coherencia en la resolución de problemas: Es común ver en las mujeres habilidades para la resolución de problemas a través de la lucidez y coherencia, lo que se ve reflejado en las estrategias creativas y prácticas que ejecutan. La mujer empresaria desarrolla el don de la intuición, así como la practicidad para encontrar nuevas vías de desarrollo. Ambas capacidades son muy necesarias en el mundo de las organizaciones.
  • Proyección a largo plazo: Las mujeres tienen, en general, una visión a largo plazo de los proyectos. Los impactos positivos a largo plazo tienen para ellas más importancia que los beneficios inmediatos, sin dejar de lado la búsqueda y obtención de objetivos a corto plazo que permitan alcanzar su enfoque deseado. Así, sus alternativas de inversión siguen una dirección evaluada y segura.
  • Empatía: esta característica lleva a las mujeres a construir modelos de negocios que ofrecen valor para todas las partes interesadas: empleados, clientes, inversionistas, proveedores, etc. El bienestar de la persona siempre está por encima de sus obligaciones. Esta empatía, además, las convierte en negociadoras justas, ya que tienden a enfocar las negociaciones a un win-win.

La participación de las mujeres en roles de liderazgo en diferentes sectores, representa una parte fundamental para el crecimiento económico y la generación de fuentes de empleo con múltiples beneficios para la economía nacional, regional o local en nuestro país.

VIDEO SUGERIDO

Cruz Roja sobre masacre en el Vraem
Cruz Roja sobre masacre en el Vraem