Micaela Quesquén jamás imaginó que el automóvil que compró en un remate vehicular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), entidad de la Municipalidad de Lima, tenga que esconderlo en su casa.
La mujer contó a Canal N que adquirió por más de 24 mil soles dicho vehículo, de marca Toyota y del año 2013, en abril pasado. Desde aquella fecha, la unidad permanece inmovilizada debido a que registra una captura judicial por una deuda del anterior propietario.
Ella, según relató, se enteró de todo cuando tramitaba la tarjeta de propiedad en la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp). Mostró su malestar contra el SAT, pues nunca pensó que se le vendería un automóvil con orden de captura.
Quesquén remarcó que presentó su reclamo, pero la entidad de la Municipalidad de Lima explicó que por esa misma situación pasan varios vehículos y que el proceso para levantar captura judicial supuestamente está en marcha.
No obstante, aclaró que este tema le ha perjudicado, en vista que no puede poner en circulación el automóvil y tiene que pagar de manera obligatoria el crédito que adquirió para participar en la subasta.