Era una joven con muchos sueños. Coincidentemente, al igual que Eyvi Ágreda –quien fue quemada dentro de un bus–, la estudiante Marisol Estela Alva (25) había dejado su natal Cajamarca en busca de mejores oportunidades. Sin embargo, en Lima se convirtió en la protagonista del más cruento feminicidio: la quemaron con ácido, la colocaron en un cilindro y la cubrieron con cemento, e intentaron enterrarla en una fosa de tres metros en Villa El Salvador.
Este terrible caso se descubrió a las 2:00 de la madrugada de ayer en la avenida Pachacútec. Un vecino se percató de que cinco sujetos, entre ellos cuatro supuestos extranjeros, llegaron con un montacarga al citado lugar. Se acercó a los desconocidos para preguntarles qué estaban haciendo.
Fue en ese momento que se percató del fétido olor que provenía de un cilindro. Les increpó a los sujetos, con quienes tuvo un intercambio de palabras, y en ese momento se percató de que eran venezolanos.
Estos últimos, al verse descubiertos, huyeron en una minivan. Los moradores del lugar llamaron a la Policía y después de más de tres horas recién se pudo destapar el cilindro, que en su interior tenía el cuerpo de Marisol Estela, estudiante del segundo año de Enfermería del Instituto Arzobispo Loayza.
HIPÓTESIS DEL CRIMEN
La joven había sido quemada con ácido, por lo que su identificación tardó varias horas. Cerca de las 2:00 de la tarde de ayer, recién se confirmó que se trataba de Marisol, tras la comparación de huellas dactilares.
Su prima Bella Calle contó que la última vez que habló con ella fue el jueves a las 6:58 p.m. a través de Facebook. Señaló, además, que la estudiante de Enfermería tenía una relación de seis años con su enamorado Luis Estebes, un suboficial del Ejército, quien presta servicios en el Cuartel General del Ejército, Pentagonito.
EXTRAÑA VERSIÓN
Extrañamente, el lunes, el militar se comunicó telefónicamente con Rosmery Estela, hermana menor de Marisol, y le dijo que esta última había viajado –supuestamente– a Bambamarca, en Cajamarca.
No obstante, Rosmery –con quien vivía Marisol en Lima– se encontraba en su tierra natal, por lo que desmintió la versión del suboficial del Ejército.
La Policía acudió ayer a la casa de Estebes, ubicada en Villa María del Triunfo, cerca de donde fue encontrado el cadáver. Al consultar sobre su paradero, sus padres señalaron que estaba de comisión en el interior del país. En la vivienda también funcionaba una panadería, donde –según la Policía– Marisol trabajó. Se supo que hasta hace unos días, ahí laboraban 10 venezolanos.