Padecer COVID-19 ya es algo que temen muchos peruanos, pero si se trata de personas con enfermedades preexistentes o males crónicos, la preocupación puede ser doble. Esto se debe a que, en lo que va de la pandemia, los fallecimientos de pacientes no COVID por causas no violentas sumaron aproximadamente 62,400 casos entre el 6 de marzo y el 31 de agosto, según un estudio de Apoyo Consultoría. Y de este grupo, 28,731 fueron pacientes con males crónicos.
Esta última cifra es mayor en 50.7% a los 19,071 casos registrados el año pasado por este tipo de enfermedades crónicas, que incluyen también males oncológicos y enfermedades poco comunes.
El estudio, que utiliza datos del Ministerio de Salud y del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), muestra que esta realidad guardaría relación con la interrupción y disminución de la atención médica entre febrero y julio de este año.
En efecto, Miguel Figallo, director de Proyectos del Área de Consultoría Económica de Apoyo Consultoría, explica que “los casos atendidos en general han decrecido en casi 70% (respecto al periodo febrero-julio de 2019)”.
Soluciones a la vista
Actualmente Perú ha implementado algunas medidas para mejorar y ampliar las atenciones, pero ello no es suficiente dada la coyuntura que se atraviesa. Por ello, Figallo considera que el Gobierno debería reforzar la implementación de la telemedicina. Esta no solo consiste en teleconsultas o apoyo a distancia, sino en llevar equipamiento médico para diagnósticos de algunos males a zonas alejadas, con la finalidad de que sean operados de manera remota.
“Luego es muy necesaria la adaptación de los tratamientos porque los medicamentos innovadores se retrasan mucho en llegar. A veces te topas mucho antes con Digemid, que tiene atrasado el tema de los registros sanitarios (…). Se necesita una reforma porque hay problemas estructurales, pero debido a la crisis, necesitas medidas excepcionales. Por ejemplo, podrían aprobar automáticamente los registros sanitarios de medicamentos que ya tienen un registro sanitario en EE.UU. y Europa”, aseveró el especialista. El objetivo, aclara, es mitigar mayores riesgos de muerte. Miles de peruanos están a la espera.
Tenga en cuenta
-Figallo remarcó que “abandonar los tratamientos puede ser terrible para las personas con enfermedades crónicas” pues su salud empeora rápidamente.
-A nivel de fallecimientos por causas no violentas, que incluyen casos crónicos y además otros males como infecciones, los decesos crecieron en 10,800 respecto a 2019. Al cierre de 2020 llegarían a 14,200.