Redacción PERÚ21

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Iba a dejar la cárcel en febrero gracias a beneficios penitenciarios, pero murió cuando los médicos del hospital Arzobispo Loayza no pudieron tratar el coma diabético con el que ingresó Jéssica Parry Romero, una interna del penal Santa Mónica de .

La mujer, procesada por tráfico ilícito de drogas, le había comentado a su familia que sufría de dolores en la zona abdominal, razón por la cual fue atendida por médicos del . Luego de analizar su estado de salud, ellos habrían determinado que se trataba solo de una infección urinaria.

Según la familia de la fallecida, el tratamiento que recibió empeoró su situación hasta llevarla al coma diabético que acabó con su vida, razón por la cual denunciarán a los médicos del INPE.