Los especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) lograron salvarle la vida a un niño trujillano que tenía un tumor en la cara y que comprometía órganos vitales al extenderse hacia el cerebro.
Todo comenzó cuando el menor de edad sangró por la nariz en el momento que jugaba en su colegio, ubicado en el distrito de El Porvenir, en Trujillo. Tras recorrer varios nosocomios, el menor fue referido a Lima.
En el Instituto Nacional de Salud del Niño se le diagnosticó que tenía un tumor nasoangiofibroma juvenil y de estadío IV de complejidad, con invasión intracraneal. En ese momento, el caso fue considerado inoperable por encontrarse el tumor muy cerca de estructuras orgánicas vitales.
Sin embargo, la proptosis del ojo derecho (ojos saltones), la obstrucción de las fosas nasales y el aumento en el lado derecho de la cara indicaba que el tumor estaba creciendo, por lo que era urgente una intervención quirúrgica.
Ante ello, los médicos decidieron operar. La preparación quirúrgica fue en dos tiempos. Primero, el menor fue sometido a una embolización endovascular a cargo de los especialistas del área de Neurocirugía para bloquear la irrigación extensa que presentaba el tumor.
Luego, el personal del área de Cirugía Cabeza, Cuello y Máxilo Facial realizó la extirpación del tumor de gran tamaño, que se había extendido y ramificado en parte del cerebro. La intervención quirúrgica duró cinco horas y fue un éxito, a pesar de algunas complicaciones, como el sangrado masivo.
El taxista Ciriaco Ríos Polo, padre del menor, agradeció a los especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño por salvarle la vida a su hijo, así como al Seguro Integral de Salud (SIS) por cubrir los gastos de la operación.
En los próximos días Julio saldrá de alta y lo primero que desea hacer es retornar al colegio para continuar sus estudios. Tiene en sus planes de vida ser médico cirujano.