La ampliación de la autopista Ramiro Prialé abandonada, un by-pass literalmente parchado, otra obra inconclusa en el puente Bella Unión –aunque esta estructura ya haya sido inaugurada–, un circuito de playas que resulta un peligro para los veraneantes. Esto es lo que encontró Perú21 durante un recorrido por el norte, este y centro de Lima, la llamada Ciudad de los Reyes, que está a punto de celebrar su aniversario 483 de fundación.
Se trata de proyectos que prometían aliviar el caótico tránsito vehicular, uno de los problemas que más afecta a los limeños, de acuerdo con un estudio de percepción sobre la calidad de vida para Lima Metropolitana y Callao realizado por el observatorio ciudadano Lima Cómo Vamos.
Estas propuestas habían sido anunciadas por el alcalde Luis Castañeda, quien está en su último año de gestión. Si bien el municipio ha destacado que se han llevado adelante diversas obras, estas –según el citado estudio– parecen no haber mejorado significativamente la calidad de vida de los casi 10 millones de limeños.
Así, por ejemplo, al iniciar su administración, el burgomaestre prometió ampliar la autopista Ramiro Prialé para descongestionar la Carretera Central, que se ha convertido en un caos. Se trababa de una vía de 20 kilómetros, que iba de Huachipa a Chosica y que beneficiaría a unas 220 mil personas.
Castañeda ofreció entregarla en diciembre de 2017. Sin embargo, luce abandonada. Mientras tanto, los conductores que van al centro del país deben soportar, a diario, la gran congestión vehicular que se forma en diversas avenidas, como Las Torres y Carapongo, en Huachipa.
Cabe señalar que la comuna había indicado que el 80% de los terrenos ya habían sido expropiados. Sin embargo, a raíz de los últimos desbordes del río Rímac, producto del fenómeno de El Niño, todo se complicó.
Otro es el caso del puente Bella Unión, que une San Martín de Porres con el Cercado de Lima. Esta estructura fue inaugurada en julio de 2017, pese a que no estaba completa (faltaba pase peatonal, ciclovía, entre otros). Aún faltan instalar paraderos y acabados en el óvalo. Además, sigue siendo un vía crucis pasar por esa zona para los 20 mil conductores que, al día, la usan.
Situación similar ocurre en el by-pass de la Av. 28 de Julio. En hora punta, toma de 10 a 15 minutos atravesar en un vehículo el túnel de 380 metros. Por si fuera poco, la estructura presentó serios daños a solo nueve meses de haber sido inaugurada. Actualmente, tiene más de un centenar de grietas, fisuras y parches.
No menos grave es la situación en la Costa Verde, donde, por ejemplo, tenemos una pista que es un verdadero peligro para los conductores y hasta una playa con fierros enterrados en la orilla.
Perú21 pidió la versión de la comuna de Lima. Al cierre de esta edición, no obtuvimos respuesta.
TENGA EN CUENTA
- La Municipalidad de Lima ha señalado que concluyó con el óvalo 25 de Enero y el intercambio vial Los Alisos, en Los Olivos, así como el óvalo Naranjal (San Martín de Porres), la Av. María Elena Moyano (Villa El Salvador) y el túnel Benavides (Villa El Salvador) .
- También aseguró que ha hecho obras en el Parque La Muralla, la Plaza de la Bandera, el puente Rayito de Sol, el Parque Universitario, entre otros.