Los escolares de Trujillo están trasladando la violencia que se vive en las calles a las aulas. Según un estudio realizado por la Primera Fiscalía de Familia de Trujillo, algunos menores de colegios de secundaria, ubicados en las zonas de Alto Trujillo (El Porvenir), La Esperanza y Florencia de Mora, estarían cobrando cupos a sus compañeros, para no agredirlos y para que los dejen sentarse en las primeras carpetas del salón.
La titular de la Primera Fiscalía de Familia, María Castillo, dijo que una investigación realizada con los directores, profesores, auxiliares y alumnos de varios planteles reveló que los escolares hijos de delincuentes cobran a sus compañeros entre 0.50 céntimos y un sol a cambio de la protección.
Las víctimas, en su mayoría, son los jóvenes más estudiosos de los planteles trujillanos.
"Los propios padres de familia y alumnos han denunciado que algunos menores piden un pago a cambio de que no les peguen a sus compañeros. No estamos viendo estos casos aún como una infracción penal, pero estamos haciendo la advertencia para que las autoridades educativas y los padres de familia tomen cartas en el asunto", señaló.
La magistrada indicó, asimismo, que los alumnos que amenazan a sus compañeros presumen de que sus padres son avezados delincuentes. "Hay escolares que con mucha normalidad revelan que sus papás se dedican al robo. Lo peor es que para esos niños esas conductas son normales porque las copian de sus familiares delincuentes", anotó.
Castillo señaló que para poner fin a esta problemática, la Fiscalía está promoviendo capacitaciones a padres y a autoridades educativas en temas de prevención. Las charlas se han programado, sobre todo, en los colegios ubicados en las 'zonas rojas' de Trujillo, consideradas así por la delincuencia.
DATOS
- La integrante de la Comisión de Educación del Consejo Regional de La Libertad, Emma Cumpa, dijo que citarán al gerente de Educación, Willard Loyola, para que informe sobre las acciones que está tomando su despacho ante la referida problemática.
- Agregó que otro de los peligros identificados es la presencia de delincuentes en las afueras de los colegios, que captan a los menores para integrar sus bandas delictivas.