Pese a que fueron afectadas por una serie de huaicos, al menos 2,500 familias de los distritos de El Porvenir y Huanchaco, en Trujillo, se niegan a abandonar sus casas ubicadas en los cauces de las quebradas de San Ildefonso y El León Dormido, respectivamente, las cuales se activaron por las lluvias y causaron aludes.
Sobre el particular, el alcalde de El Porvenir, Paúl Rodríguez, precisó que son 1,500 familias las que insisten en quedarse, por lo que serán desalojadas. Un 40% de ellas, incluso, cuenta con título de propiedad entregado por el Organismo de Formalización de la Propiedad Informal (Cofopri) después del fenómeno de El Niño de 1998. Además, anunció que suspenderá las licencias de construcción de viviendas en su jurisdicción y que no cobrará el impuesto predial a los damnificados.
Igualmente, informó que en un albergue se han habilitado 1,200 camas más para acoger a los damnificados.
También dijo que, en un plazo de 45 días, a través de la ampliación de la declaratoria de emergencia, no solo se garantizará la alimentación de los afectados, sino que podrán acceder a un terreno. "Vamos a reubicar a estas familias en un predio, previa habilitación urbana, y podrán acceder a un título de propiedad, ser beneficiarios del programa Techo Propio y contar con servicios básicos", dijo Rodríguez.
El burgomaestre de Huanchaco, José Ruiz, por su parte, informó que más de mil familias habitan en el cauce de la quebrada El León y que la mayoría se opone a dejar el lugar.
Finalmente, el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) dispuso que los alcaldes de ambos distritos desalojen esas zonas.