El ataque se realizó con una pistola con silenciador. Así quedó demostrado en la reconstrucción del ataque.
El ataque se realizó con una pistola con silenciador. Así quedó demostrado en la reconstrucción del ataque.

Estación La Cultura, . 1 de julio; 10:30 a.m. Los usuarios del llegan para utilizar los servicios y con la prisa de ganarle unos minutos al reloj. Las colas se extienden antes de pasar la tarjeta por la máquina registradora. Vendedores informales muy cerca de ellos ofrecen su tarjeta para aquellos que no la tienen o la han olvidado a cambio de 0.50 céntimos por encima del pasaje normal. En ese trajín, de pronto, una mujer cae al piso en medio de gritos de dolor. Nadie ha escuchado nada. Los pasajeros solo ven a una mujer salir corriendo.

Milagros Rocío Arando Luapa (de 30 años) recibió un disparo a la altura de la espalda. De inmediato fue auxiliada. Tras un minucioso seguimiento, efectivos de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la Policía Nacional fueron atando cabos y descubriendo varias sorpresas. Con los testimonios de vendedores informales y de las cámaras de video, se pudo establecer que la acción había sido detalladamente premeditada.

La mujer que hizo el disparo, Yolenca Cahuana Palomino (de 24 años), alias ‘La Chata’, llegó a bordo de una motocicleta a la mencionada estación. Según la Policía, en los alrededores del paradero, Yolenca había recibido una mochila de manos de Alberto Smith Oré Javier (24), alias ‘Beto’ –quien se encontraba a bordo de un Mini Cooper–, con una pistola lista para disparar. Otros dos cómplices de la banda se habían apostado en las afueras de la estación para indicarle el blanco a atacar.

Tras el disparo, ‘La Chata’ salió corriendo y entregó la mochila al mismo conductor de la Mini Cooper y luego fugó en una moto que la esperaba.

El pasado 25 de julio, una treintena de agentes de la División de Homicidios de la PNP realizó la reconstrucción de los hechos, la cual puso al descubierto las pugnas por el control de las tarjetas para el tren eléctrico, en las que aparece la organización criminal del Tren de Aragua.

Este tenebroso grupo tiene su origen en 2013 en el estado de Aragua, en Venezuela, y sus tentáculos llegan a varios países de la región.

LOS TARJETEROS

“El cabecilla de este grupo ya está identificado como Los Tarjeteros del Metro, (ellos) quieren mantener la supremacía, ya que también hay otros grupos criminales que buscan tener ese manejo y de allí viene la confrontación”, explica una fuente de la Dirincri, que jefatura el coronel Víctor Revoredo Farfán. “Hay integrantes de organizaciones criminales, como los tarjeteros del Metro, que están vinculados al Tren de Aragua”, añade.

Para la Policía, fue un caso poco común advertir que una mujer estuviera al frente del atentado y manipulando un arma con silenciador. “Hay un adoctrinamiento por parte de esta organización que exige a sus ejecutantes tener acción, para tener un dominio y personería criminal”, añadieron.

La Policía señala que estos grupos, a través de mecanismos vedados, “manipulan estas tarjetas que les darían ganancias de entre 4 y 5 mil soles diarios. Son grupos criminales violentos, han cambiado su línea de acción”, remarca la fuente.

Su eje de acción se centra en los alrededores de la Estación La Cultura, pero ya están bajo la mira de la Policía.

Datos

La concesionaria de la Línea 1 del Metro de Lima dejó en claro que la seguridad y la integridad de todos los pasajeros que hacen uso del sistema es una prioridad.

A través de un comunicado precisaron que los hechos atrás descritos ocurrieron fuera de las instalaciones.

Respecto a las modalidades de compra y recarga de las tarjetas, la empresa recuerda que los usuarios cuentan con dos opciones: a través de las 35 boleterías ubicadas en las 26 estaciones y de las 56 máquinas de autoservicio (TVM).

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