En Madre de Dios, muchas mujeres son víctimas de la trata de personas, una forma de explotación. (CHS Alternativo)
En Madre de Dios, muchas mujeres son víctimas de la trata de personas, una forma de explotación. (CHS Alternativo)

La tragedia ocurrida en Las Malvinas debe servir para visibilizar y concientizar a las autoridades y a la población sobre otras situaciones de explotación sexual y laboral que ocurren todos los días en el país, pero no están siendo debidamente atendidas, señaló José Iván Dávalos, jefe de misión de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) en el Perú.

Explotación laboral crece y no se fiscaliza, no hay cifras del trabajo forzoso

"En Madre de Dios, por ejemplo, se capta a niños para que realicen tareas de separación de minerales y a niñas para explotarlas sexualmente. No se trata de trabajos consentidos, menos tratándose de menores de edad. Estos son delitos con un grado de perversidad sin nombre que están haciendo de la gente mercancía", indicó.

El representante de la OIM dijo que actualmente la libertad y dignidad de las personas se está afectando de muchas formas, pues además de explotación laboral y sexual, hay casos de mendicidad o el llamado padrinazgo, a través del cual se trae niños o niñas de la sierra para explotarlos y hacerlos trabajar sin ningún tipo de atención.

"La llamada esclavitud moderna puede involucrar también la servidumbre, el trabajo infantil o el matrimonio forzoso. Hay una inmensa gama de posibilidades de explotación, lo claro es que en todos los casos la persona es tratada como una mercancía, es cosificada", manifestó.

Dávalos indicó que, aunque la trata de personas con fines de explotación sexual es mucho más visible que la laboral, eso no significa que existan menos casos sino que esta última es más difícil de detectar y penalizar porque en la mayoría de situaciones ocurre con el consentimiento de la familia.

"Como se hace, por ejemplo, en el caso de una persona que viene del interior y vive en condiciones de explotación laboral apadrinada por un familiar. El familiar piensa que está actuando bien porque le da cobijo y le cambia su forma de vestir o de hablar y la víctima cree que está recibiendo un favor. Pero en muchos casos hay maltratos y también explotación sexual. Sin embargo, es muy difícil de probar porque ahí hay un tema de protección, ocultamiento e invisibilización. Pero de esos temas se habla muy poco", comentó.

En el Perú no hay cifras oficiales sobre las diferentes formas de explotación. Sin embargo, Dávalos dijo que es importante que este tema se fortalezca y que exista mayor fiscalización y control. "Este es un llamado de atención para que se vea que la explotación no solo existe lejos de la capital y en el campo, sino que también está en las ciudades y a escasas cuadras de los ministerios que deberían velar por esto", dijo.

"No son empleadores sino tratantes"

Al referirse al caso de las dos personas que murieron calcinadas en el incendio de Las Malvinas, el representante de la OIM subrayó que las personas que encierran a sus trabajadores en contenedores y los obligan a laborar en condiciones infrahumanas, sin ningún reconocimiento o beneficio laboral, no son empleadores, sino tratantes.

"Un empleador es alguien que da un empleo y asume una responsabilidad, pero en este caso no había un contrato, sino una violación flagrante de los derechos fundamentales de las personas. Estamos hablando de tratantes, delincuentes, criminales y es así como deben responder", sostuvo.

Dávalos indicó finalmente que la Organización Internacional de las Migraciones colabora con las autoridades peruanas en la sensibilización de la población en estos temas y sobre todo para la prevención en la población escolar.