Un hombre apareció ayer en televisión nacional haciendo disparos al aire en el Jirón de la Unión. Este era un guardespaldas que, junto a otro agente de seguridad que no aparece en escena, intentaban proteger al cambista Antonio Manayay Huamán, a quien delincuentes intentaron robarle dinero en medio de un tiroteo.
¿Pero con su accionar no pusieron en riesgo la vida de los transeúntes? Para el abogado penalista Mario Amoretti, los agentes de seguridad no solo actuaron en legítima defensa del cambista, sino de la propia, y también de los terceros, en este caso, los peatones.
"En este particular, sí configura la legítima defensa porque la única intención de los efectivos de seguridad fue la de proteger a todos, no de asesinar. Los delincuentes van decididos a todo, es la triste realidad y nadie está libre de vivir algo así", precisó el abogado a Perú21.
Las investigaciones preliminares apuntan a los malhechores como los responsables de la muerte de la señora Rosa Mamani Apaza, una trabajadora de limpieza que cumplía su trabajo en aquel fatídico momento cuando murió víctima de un disparo al aire.
"Ahora, indudablemente pusieron en riesgo la vida de la gente, en caso que ellos hayan disparado y causado la muerte de esa persona... sería un hecho extremo y podrían ser culpados de homicidio culposo pues debieron tomar sus previsiones. ¿Y qué previsiones? No disparar para evitar el robo".
El jurista remarcó que urge una visión política para combatir la inseguridad ciudadana. "Los delincuentes hacen lo que quieren, se ha perdido el principio de autoridad", refirió.