El pasado 27 de julio, un joven fue intervenido por dos delincuentes a bordo de una moto y, pese a que entregó sus pertenencia, igual fue baleado en el pecho, en San Martín de Porres.
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Bryan Cosío, de 18 años, iba rumbo a su casa cuando los delincuentes se detuvieron frente a él y apuntándole con un arma todo el tiempo le pidieron su celular. Él lo entregó sin reclamo y, pese a ello, le dispararon en el pecho.
Luego del impacto, el joven corre hacia la puerta de su vecina, le toca la puerta y se sienta debilitado por el balazo.
Fue llevado a un hospital cercano y se sabe que pese a los episodios de fiebre que ha presentado se encuentra estable. Sin embargo, la madre de Bryan no sabe exactamente el diagnóstico de su hijo.
La madre, además, no cree que haya justicia en el caso de su hijo porque ella misma ha denunciado un robo anterior y no encontró respuesta positiva.