Sombrillas y sombreros se hacen cada vez más necesarios en Lima. (USI)
Sombrillas y sombreros se hacen cada vez más necesarios en Lima. (USI)

Redacción PERÚ21

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La se triplicó en los últimos 20 años, al pasar de una intensidad "baja" a una "muy alta" e incluso "extrema"*, lo que obliga a tomar medidas para , advirtió el Servicio de Dermatología del hospital Arzobispo Loayza.

Aldo Ayaipoma, jefe de dicho servicio, explicó que hace dos décadas los índices de radiación en la capital no superaban el grado 5 en la escala de medición, pero en los últimos años se ha llegado a la escala máxima de 15, considerada extrema.

Ello significa que, en la actualidad, los limeños soportan los mismos índices de radiación que se registraban en ciudades que siempre se han caracterizado por ser muy soleadas, como Arequipa, Cusco e Ica, advirtió el experto.

Por ello no sería extraño que en el corto tiempo, en Lima, se adopten medidas preventivas aplicadas en esas ciudades, es decir, usar sombrero de ala ancha, bloqueador, lentes oscuros, y en los colegios evitar realizar la formación y los deportes entre las 11.00 y 15.00 horas.

"Si bien el sol es saludable, depende mucho del tiempo y del momento en que uno se exponga a los rayos solares porque el sol emite radiaciones que, últimamente, se han acentuado en Lima, yendo en un aumento significativo en los últimos años", manifestó el dermatólogo.

En el caso de las cremas bloqueadoras solares, el especialista recomendó usarlas en función del tipo de piel, es decir, mayor protección necesitará la tez blanca, lampiña y seca; frente a la piel oscura, velluda y grasosa. En cualquier caso el factor mínimo de protección es 30.

Si bien es cierto que las personas de piel blanca son más propensas al daño producido por la radiación ultravioleta, también lo son aquellas de piel oscura. Por ello, la recomendación de protegerse de los rayos solares y la radiación ultravioleta es para todos.

Otro consejo que formuló Ayaipoma es acudir por lo menos una vez al año al dermatólogo para descartar cualquier afección a la piel, además de evaluar los lunares que pueden ser cancerígenos.

Para ello, sugirió tener en cuenta el "ABCD" de los lunares sospechosos, es decir, si presenta asimetría, bordes irregulares, coloración extraña y diámetro creciente. "Hay que ir al dermatólogo, hacer los exámenes clínicos y ver si el lunar se puede extirpar", acotó.