De película. Agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) frustraron el secuestro de un coreano tras una persecución y una balacera que se desató en la avenida Túpac Amaru, en el distrito de Independencia.
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El coronel PNP Percy Guerra, jefe del Escuadrón de Emergencia, explicó en RPP que la acción comenzó cuando los efectivos policiales identificaron a tres personas en actitud sospechosa dentro de un automóvil, cerca del Óvalo Huandoy. Al intentar intervenirlos, los sospechosos huyeron, desatando una intensa persecución.
Durante la huida, los delincuentes no dudaron en lanzar granadas de guerra contra los patrulleros que los seguían.
Uno de los artefactos explosivos detonó en la parte posterior de un vehículo policial, causando daños graves e hiriendo al conductor. Afortunadamente, el agente, que también recibió un disparo, sobrevivió gracias a su chaleco antibalas.
En la persecución también participó otro automóvil, que según el coronel Guerra, cumplió el rol de "contención" para los secuestradores. Desde este segundo vehículo, los cómplices lanzaron otra granada, que no llegó a explotar.
Todo culminó en el cruce de las avenidas Túpac Amaru y Los Jazmines, donde se produjo un tiroteo entre los delincuentes y los policías. Gracias a la rápida respuesta de los agentes, se pudo reducir a los sospechosos y detenerlos.
Al inspeccionar el vehículo de los secuestradores, los policías encontraron a un hombre asiático maniatado en la parte posterior del automóvil. Aunque aún no se ha confirmado su nacionalidad.
El operativo ha sido destacado por la valentía y rápida actuación de los efectivos policiales, que evitaron lo que pudo ser un secuestro prolongado y mayores daños. Las investigaciones continúan para determinar el trasfondo de este delito.
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