Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Los héroes sin capas existen. Un joven natural de Chimbote pasaba por la en el Centro de Lima —con dirección a su casa en Pueblo Libre— cuando se desató el incendio en el piso siete de un condominio multifamiliar.    

Edward Palomino Chávez, de apenas 19 años, no lo pensó dos veces cuando decidió entrar al inmueble siniestrado con dos jóvenes más. Su gran solidaridad los impulsó a romper una de las puertas del edificio para entrar y rescatar a las personas atrapadas. 

Uno de los mayores motivos que los animó fue que una mujer escribió un cartel pidiendo ayuda desde uno de los pisos. 

"Encontramos los colchones incendiados, explotaron dos balones de gas, tuvimos que mojar todos los polos. La Policía no quería entrar. Nosotros hacemos Parkour (actividad física centrada en la capacidad motriz del individuo) y tuvimos que trepar por las columnas de adentro para poder ingresar", contó Edward a Perú21.  

La situación era desesperante. "La gente gritaba porque no podía abrir sus puertas, tenían que mojar sus frazadas", contó. El incendio se propagó en el edificio 7 y 8. Dejó cuatro departamentos afectados. 

Palomino Chávez hizo un recuento rápido en su memoria y dijo que salvó a una docena de personas, entre ellas a niños y adultos. No espera nada a cambio, pues reitera que hizo lo que cualquier ciudadano haría: "Ayudé a personas que lo necesitaban, es lo que se tiene que hacer". 

Edward no espera gloria, pero vaya que se la ha ganado a pulso. Aunque él es quien habla, no olvidemos que otros jóvenes también ayudaron. Ellos son héroes irrefutables que nuestra sociedad —hoy más que nunca— necesita.   

TAGS RELACIONADOS