El policía Diopoldo Aguilar Camacho, acusado junto con otros cuatro agentes de haber asesinado en abril del año pasado al joven vigilante Gerson Falla Marreros (26), insiste en su inocencia.
El agente –que se encontraba en la clandestinidad desde hace seis meses cuando se ordenó su detención– se entregó a las autoridades el último viernes en la cuadra uno de la avenida Uruguay, en el Cercado de Lima.
Antes de ponerse a derecho, brindó una entrevista al programa dominical Cuarto Poder, en la que aseguró que él solo golpeó una vez con su vara de goma a la víctima porque esta intentó lanzarse del vehículo policial cuando estaba siendo trasladada a la comisaría de San Borja.
"Era necesario (usar la vara) para poder controlarlo, si él se tiraba de la camioneta nosotros hubiésemos sido responsables. Usé la vara para calmarlo, no he usado la pistola, el chico estaba incontrolable", indicó el exagente.
Además, afirmó que cuando él llegó a la intervención en la panadería Somos Cajamarca, de la avenida Canadá, Falla Marreros estaba tendido en el suelo, con unas pitas y con el dorso desnudo.
Por último, señaló "yo soy inocente de esto porque este señor no muere por los golpes. Me considero un buen policía".
RECIBE AMENAZASEntre tanto, Marco Falla, padre de la víctima, denunció que tanto él como su familia son blanco de amenazas constantes por parte de los familiares de los procesados, quienes incluso van a su domicilio.
A pesar de esto, él seguirá con el proceso hasta que todos los asesinos de su hijo estén tras las rejas. "Si voy a tener miedo nunca voy a encontrar justicia", añadió Falla.
También desestimó las declaraciones de Aguilar. "Él no va a estar prófugo de la justicia seis meses si es que no tuviera nada que ocultar", finalizó.
TENGA EN CUENTA
- Diopoldo Aguilar fue internado el último sábado en el penal Miguel Castro Castro, en San Juan de Lurigancho.
- Alfredo Huamán Álvarez es el segundo agente que tiene orden de captura y se encuentra prófugo desde el 24 de noviembre del año pasado.