El pasado jueves, en un vuelo aéreo y respetando las normas de bioseguridad (40 grados Celsius), llegó la piel humana a Perú, debidamente conservada, y fue llevada al Banco de Tejidos del INSN San Borja. (Foto: Andina)
El pasado jueves, en un vuelo aéreo y respetando las normas de bioseguridad (40 grados Celsius), llegó la piel humana a Perú, debidamente conservada, y fue llevada al Banco de Tejidos del INSN San Borja. (Foto: Andina)

Redacción PERÚ21

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Un menor de edad, internado desde el 3 de junio en el (INSN) de San Borja, recibió 8,000 cm2 de piel humana del hospital Shriners para Niños de Galveston, Texas, líder en atención de quemaduras en Estados Unidos.

El pasado jueves, en un vuelo aéreo y respetando las normas de bioseguridad (40 grados Celsius), llegó la piel humana a Perú, debidamente conservada, y fue llevada al Banco de Tejidos del INSN San Borja.

Los médicos Cirujanos Plásticos del área de Quemados del Instituto realizaron una intervención quirúrgica al paciente pediátrico, de nacionalidad venezolana, colocando los injertos en sus miembros inferiores.

La jefa de la Subunidad de Atención Integral al Paciente Quemado, Pilar Huby Vidaurre, señaló que luego de la operación, el menor se encuentra estable y en espera de recibir los futuros injertos de su propia piel a fin de cubrir las zonas afectadas pendientes.

Además, señaló que se estima que la piel donada tiene un costo de 15 mil dólares, mientras que el tratamiento del paciente, solo en la etapa aguda bordeará los 300 mil soles, y viene siendo cubierto por el Seguro Integral de Salud (SIS).

El INSN San Borja injertó a menor piel de porcino para cubrir temporalmente las graves lesiones producto de las quemaduras. Sin embargo, era de gran utilidad contar con piel humana para lograr cubrir las lesiones hasta que pueda ser injertado con su propia piel y así evitar en lo posible las complicaciones que sobrevienen por carecer de cobertura cutánea.

La piel humana (a diferencia de la piel de porcina que permanece adherida entre 7 a 10 días), se adhiere al cuerpo por más tiempo, por lo que se reduce el número de intervenciones quirúrgicas, pérdida de sangre, riesgo de contaminación o infección.

Vale precisar que esta es la primera vez que un hospital del extranjero dona piel humana de cadáver al Instituto, lo que permitirá continuar tratamiento del niño, de 12 años, que sufrió graves quemaduras en el 66% de su cuerpo, en la ciudad de Trujillo.