María Elena Moyano fue representante de la Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador y después, se desempeñó como teniente alcaldesa del distrito. (Archivo El Comercio)
María Elena Moyano fue representante de la Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador y después, se desempeñó como teniente alcaldesa del distrito. (Archivo El Comercio)

Redacción PERÚ21

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"Mi historia, en un pequeño resumen, es la de un niño que pierde a su madre. Un niño que tenía 8 años y que de un día para el otro, y de una forma muy cruel y muy vil, la asesinaron delante de él y de sus hermanos.", de esta forma David Pineki Moyano, hijo de la líder vecinal y femenista, María Elena Moyano, se dirige a los jóvenes del país —mediante un video de Facebook— para dar a conocer lo que causó el terrorismo en el país. 

Esto a raíz de los acontecimientos que están sucediendo actualmente en el que los terroristas "saldrán impunemente sin haberse arrepentido". 

Después, Pineki Moyano, profundiza más en las causas que originaron a Sendero Luminoso. "Ellos trataron de hacer una revolución dentro de su forma de pensar, con sangre.", explicó y agregó: "La revolución que quería hacer mi madre era una de paz. Creo que no hay otra forma de revolucionarse, en una democracia, sobre todo. Quiero que los jóvenes conozcan la historia de mi mamá", concluyó el descendiente de la luchadora social. 

La muerte de la "madre coraje"

El 15 de febrero de 1992, María Elena Moyano, la destacada dirigente vecinal de Villa el Salvador que dirigió una batalla en contra el terrorismo, pasó toda la mañana con sus hijos en la playa. Un día antes había encabezado una marcha por la paz. Esta era una época dura, de violencia y amedrentamiento por parte de Sendero Luminoso.

En la tarde, había una pollada que organizaba un comité de vaso de leche de Villa El Salvador. Pese a las amenazas —porque así era ella, comprometida con su gente— Moyano asistió. Se le había delegado un agente policial debido a las amenazas de muerte que recibía constantemente.

En el evento comenzaron las balas. "Vienen por mí, a matarme. (...) Tápense la cara porque su mami va a escaparse", les dijo María Elena a sus pequeños. Pero no pudo escaparse, una mujer le disparó en el pecho y la cabeza.  Después, los terroristas arrastraron su cuerpo y, en la calle, le colocaron kilos de dinamita y explotaron su cuerpo. Toda ella quedó esparcida.

El 16 de febrero, vecinos de Villa El Salvador salieron por las calles con banderas blancas. "¡No matarás ni con hambre ni con balas, no matarás!", gritaban entre lágrimas.